Alicia Cembranos: “Es difícil vivir del balonmano femenino”
Alicia Cembranos juega como extremo en el equipo femenino de León y compagina el deporte de élite con los estudios de Ingeniería Industrial. Para analizar la próxima temporada del Cleba y conocer más a fondo a una de las leonesas que integran la plantilla del equipo, ileon.com compartió una breve y cercana charla antes de uno de sus entrenamientos.
¿Qué tal la pretemporada?
Bien, aunque duro, como todas las pretemporadas. Generalmente a todo deportista es la parte que menos le gusta porque es más física, doblas entrenamientos, más cansancio y calor por el verano. Deseando que llegue la competición y quitar tantos entrenamientos.
Cuéntanos un poco tu carrera en el balonmano.
Empecé en el colegio con siete años, que todavía no se podía jugar a balonmano, pero había una entrenadora, Camino Gallardo, que me empezó a motivar. Además, mi hermana, que es mayor, ya estaba jugando y como tenía que quedarme esperando a que acabara los entrenamientos, me decía: “Venga va métete, métete”, y yo le decía que no quería. Al final accedí pero solo un día a la semana y pasó un día, otro día y llegué a las categorías base del Cleba. Luego jugué en categoría juvenil y después me subieron al primer equipo en División de Honor y hasta ahora.
En defensa debemos mejorar bastante, tenemos algunas lagunas
Por el hecho de tener esta cantera, poder dar el salto a un equipo de cierto nivel y que además sea tan serio. Y todo eso, donde has nacido. ¿Crees que tener un equipo en León como el Cleba es un lujo?
La verdad que tener el equipo en División de Honor y tal y como está, es un privilegio. Compañeras de otros equipo, cuando llegaban a juveniles ya no tenían más por encima a donde ir. Solo les queda la opción de que las ficharan equipos de fuera o prácticamente se quedaban sin nada. Además, te sirve de motivación, entrenas mucho para intentar mejorar y poder jugar algún día en la élite. Cuando veía jugar a las mayores me decía: “Yo también quiero estar ahí en un futuro”. Te cuidan mucho en la base y vas viendo jugadoras a las que te quieres parecer. Si no tienes equipo grande, al final, lo acabas dejando o simplemente pasas, porque o eres muy buena y te fichan desde fuera, o te acabas desmotivando. Tener las categorías bases y a la vez el equipo arriba, es un incentivo y un privilegio.
¿Es tan difícil como se dice en muchos deportes el llegar arriba, a la élite?
Ahora con la crisis creo que se está favoreciendo mucho a la cantera. Como no se puede fichar igual que antes y no hay tanto presupuesto para jugadoras, están tirando mucho de la gente de la cantera y creo que es más fácil. Cuando yo llegué, todavía estaban los grandes equipos y grandes jugadoras. Mi posición también me ayudó, porque al ser extremo es más fácil entrar en el primer equipo que si se es primera línea.
¿Se puede vivir del balonmano femenino?
Antes te hubiera dicho que se puede vivir hasta que lo dejes, después si tienes algo y lo has gestionado bien, puedes vivir tres o cuatro años. Pero ahora mismo tal y como están las cosas y como han bajado los sueldos es más difícil. Está claro que hay jugadoras que sí que pueden vivir de esto, otras tienen que compaginarlo con trabajos, otras, como yo, con estudios...ahora mismo está mal. Si está como está el balonmano masculino en general, imagínate cómo está el femenino, que ya por el hecho de ser femenino tiene ese hándicap.
¿Cómo vivisteis la rebaja salarial del año pasado?
La verdad es que fue un palo. El año anterior (la temporada 2009/2010) la acabamos con muy buenas expectativas, acabamos quintas y clasificadas para la Copa E.H.F. europea, fue un subidón. Luego, según empezó la pasada temporada, llegó la reducción del 20% y se fueron jugadoras. Aunque yo no juego por dinero, te fastidia. Pero lo aceptas aunque te de rabia por otros deportes, como el fútbol, que por ejemplo jugadores de la Cultural, que están en Tercera, cobran más que yo. Lo ves injusto pero tampoco puedes hacer nada.
Es primordial que nos respeten las lesiones
Centrémonos en la próxima temporada. Después de dos partidos de pretemporada, ¿cómo crees que está el equipo?
Creo que todavía nos falta limar muchos aspectos aunque mantenemos la base del año pasado. En defensa debemos mejorar bastante, tenemos algunas lagunas. Y en ataque todavía no hemos tenido tiempo de trabajarlo demasiado, así que habrá que dejar pasar un poco el tiempo. De todas formas, yo creo que vamos por buen camino y podemos hacerlo bien.
Se acusa al equipo de ser un poco corto de efectivos. ¿Lo crees así?
Comparado con otros años, creo que la plantilla es algo corta y muy joven, que eso también se nota. Cuando yo empecé las plantillas eran de 16 jugadoras y se quedaban desconvocadas dos jugadoras por partido. Pero ahora con la crisis, todos los equipos estamos igual, con 14 jugadoras, muy justas, incluso alguno con menos, tirando de la cantera para completar la plantilla. Hay muchas jóvenes y la experiencia escasea porque hay menos veteranas, cuando llegan las rotaciones se nota.
¿Qué tal las nuevas incorporaciones?
En el caso de Biga, deportivamente es más fácil acoplarse por ser portera. Raquel, sin embargo, aunque no es tan fácil, por ejemplo, conmigo ya había jugado en la Selección tanto de Castilla y León como en la española, no va a tener mayor problema en adaptarse.
Es injusto que los de la Cultural en Tercera cobren más
Que os respeten las lesiones puede resultar determinante...
Está claro. El año pasado sufrimos mucho con las lesiones, porque no han sido lesiones de un mes, sino fuertes y prolongadas. Es lo primordial, que nos cuidemos bien y que tengamos suerte en ese aspecto, porque lastran muchísimo. Aunque ahora mismo tenemos a dos de las tres pivotes lesionadas y, quieras que no, eso se está notando ya, porque baja el nivel de la plantilla. Es primordial que haya las menos lesiones y lo más leves posible.
¿Cuál debe ser el objetivo del equipo? ¿Europa quizás?
Creo que debemos ir poco a poco. El año pasado, por ejemplo, nos marcamos objetivos muy altos y luego vimos que nos costaba mucho conseguirlos, por lo que nos lastró un poco. Tenemos que empezar por intentar ganar los máximos partidos posibles, en casa hay que ganarlo todo y fuera los más que podamos. Quizás el primer objetivo o más rápido sería clasificarnos para la Copa de la Reina. El año pasado nos quedamos a las puertas y con mal sabor de boca. Luego más adelante dependiendo cómo vaya la temporada si vemos que podemos conseguir la clasificación para Europa mucho mejor, cuanto más arriba está claro que mejor.
En tres semanas empezáis la temporada contra el Elda. ¿Tienes ya ganas de empezar a jugar en serio? Además, te enfrentarás a tu hermana en ese partido.
Sí. Tengo muchas ganas de que acaben estas tres semanas (risas) y empecemos la liga. Siempre que estás en pretemporada tienes en mente empezar a competir cuanto antes, porque es lo que te motiva. Además eso, jugar contra mi hermana y ganarla (risas). Es lo que estamos deseando todas, acabar bien. Y si empezamos ganando el primer partido, mucho mejor.
Tener al Cleba en División de Honor y tal y como está, es un privilegio
¿Hay mucho pique entre tu hermana y tú cuando os enfrentáis?
La verdad que ya nos hemos enfrentado varias veces, pero tampoco hay tanto pique. Al final del partido ella igual me viene y me dice lo mal que lo he hecho y yo le digo lo mal que lo ha hecho ella (risas). No mucho, cosas de hermanas.
Para acabar. ¿Qué le dirías al aficionado que todavía está reticente a venir a veros jugar?
El balonmano es un deporte muy bonito, porque es muy rápido, muy activo. Cuando mis amigas me venían a ver siempre me dicen que les gusta bastante y se han acabado aficionando. También el hecho de ver mujeres jugando, que eso antes era impensable, y además, lo hacen bien. Estoy convencida de que cualquier persona que viniera le gustaría, pero claro, no tenemos ese tirón mediático, que no es solo cosa nuestra, pasa también en otros deportes. Hace dos años, la Copa de la Reina se celebró aquí y llenamos el pabellón con 4.000 personas, que eso nunca se había visto y menos en España. Por eso creo que si la gente viene le va a gustar, no tengo la menor duda. Que den el paso de venir a vernos que no se van a arrepentir.