Ruesga asume la responsabilidad de que se le “exija más” en el Ademar

El central del Reale Ademar, Carlos Ruesga, dice encontrarse “pletórico” en este arranque de pretemporada y, por tanto, asume la responsabilidad que conlleva el que se le pueda “exigir más” en su segundo año en el conjunto leonés, después de que el primero estuviera marcado por las lesiones.

El jugador internacional llegó convaleciente aún de una grave lesión de rodilla que se produjo en las filas del San Antonio y, tras recuperarse y alcanzar su mejor nivel, volvió a tener que pasar por el quirófano, en este caso para solucionar una lesión de tobillo, que solo le permitió incorporarse en los últimos meses.

Por tanto, Ruesga ha vuelto a vivir lo que supone el duro trabajo de pretemporada con el resto de compañeros desde el principio y reconoce que casi supone “empezar de cero, pero con la misma ilusión de siempre y buscando la continua progresión”, explica.

Un vez que ha dejado atrás las lesiones que cortaron su innegable progresión que le habían convertido en uno de los jugadores más determinantes del balonmano español, el central asturiano dice tener “grandes sensaciones” para su segunda campaña en el Reale Ademar, donde podrá aprovechar al máximo su versatilidad.

“El hecho de no encasillarme en una posición concreta de la primera línea me hace ser más imprevisible en el juego y es una ventaja, pero eso también depende de cómo lo estén haciendo los compañeros que tienen una función mucho más definida en las posiciones de central o lateral”.

Después de haberse quedado a las puertas de la última Olimpiada en Pekín 2008 -fue uno de los descartes junto con el pivote Julen Aguinagalde-, Carlos Ruesga vuelve a ilusionarse con la posibilidad de volver a entrar en los planes del seleccionador Valero Rivera, aunque es consciente de que éste cuenta con un bloque definido.

“Lo primero y fundamental es estar al mejor nivel con el equipo, el resto no hay que planteárselo de antemano porque puede llegar si se hacen bien las cosas, pero no supone una obsesión, pero sí un sueño que espero que no sea inalcanzable”, ha manifestado.

De momento, su objetivo se centra en cuajar una gran temporada con un Reale Ademar al que ve “ilusionante” con tantos cambios en su banquillo y plantilla y con el que confía en poder reverdecer pasados momentos gloriosos en la Liga de Campeones a la que vuelve después de haber sido finalista un año y semifinalista otro con el Portland San Antonio.