Fiesta total en el genial Ademar 32 - Valladolid 22

Stranovsky realizó un partido muy bueno.

David Gorgojo

Gran partido del Reale Ademar que dominó a su antojo a un Cuatro Rayas desdibujado y que acabó perdiendo los nervios.

La primera parte fue claramente para el Reale Ademar que rayó a un nivel altísimo en defensa, provocando muchas pérdidas de los pucelanos y montando contragolpes claros. Así el 18-9 del marcador ponía en bandeja recuperar el golaverage perdido en Valladolid. El comienzo de la segunda fue más de lo mismo y los pucelanos solo pudieron reducir tímidamente la ventaja, consiguiendo ponerse a siete, 27-20. Pero la reacción leonesa fue espléndida y dejó el marcador en el final 32-22.

Al clásico por antonomasia del balonmano autonómico llegaban los dos equipos muy enchufados. Los de Isidoro Martínez con los deberes hechos en Europa, consiguiendo un hito histórico. Mientras que los de Carlos Pastor haciendo pasar muchísimos apuros al F.C. Barcelona y sabedores que partían con una renta sobre los leoneses de cinco goles, tras ganar en Pucela por 28-23.

El partido comenzó con un parcial de 2-0 para Ademar gracias a dos goles de Stranovsky -desde los siete metros- y de Juan Andreu. El equipo leonés se basaba en su defensa que consiguió dejar sin anotar a los pucelanos durante cuatro minutos y medio, tuvo que ser Joli desde los siete metros el que pusiera el 2-1. Con la ayuda de Vicente Álamo desde la portería el equipo de Isidoro Martínez consiguió otra 2-0 de parcial para poner el 4-1. Valladolid tenía problemas para atacar la defensa 6:0 y Carlos Ruesga con una pillería hacía el 5-2.

A los nueve minutos Krivocapic se ganaba la exclusión en una acción clara sobre Carlos Ruesga y el Ademar aprovechaba que los pucelanos decidían jugar en ataque con uno mas, es decir, sin portero; los leoneses robaban el balón y Stranovsky desde el centro del campo ponía el 8-3. Juan Carlos Pastor se veía obligado a pedir tiempo muerto a los 10 minutos para parar la sangría.

No le valió de nada al equipo visitante pues la defensa leonesa estaba siendo muy intensa y a un nivel altísimo. El Cuatro Rayas Valladolid llegó al minuto 15 de la primera parte con solo tres goles en su casillero. El parcial del Reale Ademar se alargó hasta el 5-0, poniendo un importante 11-3. El ataque de los de Isidoro Martínez estaba funcionando a la perfección, siempre ayudado por la defensa que permitía rápidas transiciones y cuando se tenía que jugar el estático se encontraban soluciones con lanzamientos o penetraciones.

El minuto 19 estuvo marcado por las dos exclusiones, con diferencia de 20 segundos, de Carou y Ferrer, por lo que León se quedaba con cuatro jugadores de campo. La inferioridad leonesa se saldó con un 0-2 de los pucelanos que apretó el marcador hasta una diferencia de seis tantos, 13-7. Yeray Lamariano sustituyó a Sierra y el Cuatro Rayas lo agradeció, pues ayudó a su equipo, reduciendo sensiblemente la efectividad de los leoneses en el lanzamiento.

La diferencia en el marcador se asentó en los cinco o seis goles gracias a la mejora de los pucelanos en defensa, 15-9. Pero un 4-0 de parcial antes del descanso, con pérdidas de los pucelanos incluidas, colocó el marcador en un importante 18-9 con el que se llegó al descanso.

Los leoneses bordaron la defensa en la primera parte, ayudados por un Vicente Álamo enchufadísimo. Dejar al Cuatro Rayas Valladolid en nueve goles al descanso no es tarea fácil y dice mucho de lo visto en el Palacio. Los contraataques fueron una tónica habitual y Stranovsky y Krivoshlykov fueron auténticas balas, acabando los primeros 30 minutos con cuatro goles cada uno. Pero todos aportaron desde sus parcelas, Carou y Ferrer estuvieron muy atentos en defensa, así como Ruesga desatascando con varias penetraciones.

Tras el paso por vestuarios

El entrenador visitante, Juan Carlos Pastor, optó por salir con un 5:1 defensivo pero su equipo no estaba fino en ataque y cometía pérdidas constantemente, lo que permitió a Antonio García poner, de contraataque, la diferencia en 10 goles, 19-9. Un golpe en la cara de Asier Antonio a Antonio García le valió la exclusión y dos minutos de superioridad para Ademar.

No la supieron aprovechar los de Isidoro Martínez, pero la exclusión de Carou, también por un golpe en la cara, le vino bien y la diferencia la puso Baena en los 11 goles, 22-11. El público no se podía creer el gran partido que estaba haciendo su equipo y disfrutó mucho con el juego del equipo, poniendo un ambiente espectacular en el Palacio de los Deportes.

El equipo leonés tan solo necesitaba dejarse llevar y mantener la igualdad, que se movía en diferencias de once, diez y nueve goles. Hasta que Carou vio la roja por su tercera exclusión en el minuto 18 de la segunda parte. Los pucelanos aprovecharon para acercarse en el marcador, 27-20, y poner en riesgo el golaverage conseguido en la primera parte. Al conseguir más goles que en el partido de Valladolid la renta tenía que ser solamente de cuatro y el margen era amplio pero Isidoro Martínez decidió parar el encuentro con nueve minutos por jugar.

Tras el tiempo muerto los pucelanos acusaron el ambiente y cometieron una nueva pérdida que Denis Krivoshlykov al contraataque hizo el 28-20, obligando a Juan Carlos Pastor a pedir un nuevo tiempo muerto, pues el golaverage era vital y lo tenían perdido. Las soluciones del técnico visitante no dieron resultado y dos contraataques consecutivos de Carlos Ruesga cerraban un 4-0 de parcial devolvieron el marcador a los 10 goles de diferencia, 30-20. La fiesta en la grada era máxima -ola incluida-, disfrutando con un equipo que rayó a un nivel impresionante.

Los últimos minutos estuvieron marcados por los cánticos de los aficionados locales que celebraban una victoria importantísima contra un rival directo por la tercera plaza de la liga Asobal. El intercambio de goles concluyó con el pitido final y el 32-22 del marcador. Con el final la fiesta de la grada no se paró y durante más de cinco minutos un público orgulloso de su equipo cantó el himno de León bandera en mano, la iniciativa del club fue un rotundo éxito.

Sietes iniciales

Reale Ademar: Vicente Álamo; Denis Krivoshlykov, Juan Andreu, Álvaro Ferrer, Antonio García, Gonzalo Carou y Martin Stranovsky.

Cuatro Rayas Valladolid: Sierra; Nikcevic, Víctor Alonso, Ángel Romero, Krivocapic, Cutura y Gurbindo.

Árbitros: Pastor Gamón y García Fernández.

Incidencias: Palacio de los Deportes. 5.000 espectadores.

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