Pedalear, una de las maneras más saludables de moverte

Curueño Xtrem

Nuria V. Martín

Tradicionalmente el Día Mundial de la Bicicleta se asocia con el 19 de abril, pero en 2018 la Asamblea General de las Naciones Unidas declaró el 3 de junio como la fecha oficial para su celebración. El objetivo de conmemorar durante un día a este medio de transporte, elegido por un billón de usuarios según la ONU, es porque se considera una solución a mucho de los males que azotan a la sociedad, como la contaminación o problemas de salud por no movernos lo suficiente.

La bicicleta es un medio de transporte sostenible, sencillo, asequible, fiable, limpio y ecológico que contribuye a la gestión ambiental y beneficia la salud. Pero, además, la relación entre la bicicleta y su usuario fomenta la creatividad y la participación social; asimismo, permite al ciclista conocer de primera mano el entorno local.

Javier Pascual Rodríguez, ciclista profesional

Que Javier terminara dando pedales fue por casualidad. Así lo recuerda: “Era verano y lo típico en los pueblos, una pandilla de amigos de La Virgen del Camino nos decimos a ir de pueblo en pueblo. Nuestros padres nos vieron con afición y decidieron apuntarnos a un Club de Ciclismo de León y aquí comenzó todo”, relata. Dos años después de esa decisión, el esfuerzo dio sus frutos porque se convirtió en campeón de España en la categoría cadete. Razón por la que empezó a tomárselo más en serio en ese momento.

Última pedalada hasta la meta

Debutó como ciclista profesional en 1995 con el equipo Santa Clara, pero no fue hasta su etapa con el Kelme, en el Tour de Francia 1997, cuando coronó en primera posición el ‘Col du Tourmalet’, un paso montañoso en el centro de los Pirineos franceses. Corrió en siete ocasiones el Tour de Francia y otras siete la Vuelta a España. Y empieza a enumerar sin esfuerzo otras carreras clásicas de la copa del mundo en las que ha participado en varias ocasiones: ‘Milán – Sanremo, Tour de Flandes, París – Roubaix, Lieja – Bastoña – Lieja, Amstel Gold Race, Clásica de San Sebastián, Campeonato de Zúrich, París – Tours“. Una movida trayectoria profesional que finalizó en la Vuelta a Portugal de 2006, después de militar con varios equipos: Santa Clara (1995-1996), Kelme (1997-2000), iBanesto.com (2001-2003), Comunidad Valenciana (2004-2006).

“Con este sueño cumplido de ser ciclista profesional pude disfrutar en muchas partes del mundo: Japón Cup, Vuelta a china, Vuelta a Colombia, Tour DuPont, etc.”, recuerda. Pero no solo ha llenado un álbum de fotos de recuerdos también un palmarés.

  • 1 etapa de la Vuelta a Colombia (1998)
  • Vuelta a Andalucía (1999)
  • 1 etapa de la Vuelta a Murcia (1999)
  • 1 etapa de la Vuelta a Castilla y León (2001)
  • 1 etapa de la Vuelta a Andalucía (2002)
  • 1 etapa de la Vuelta a España (2004)
  • 1 G.P. Miguel Induráin(2005)
  • 1 Vuelta a La Rioja (2005)
  • 1 Etapa vuelta a La Rioja (2005)

Nuevos senderos por recorrer

“Como lo mío es estar sobre ruedas, nos hemos lanzado a montar un alquiler de E-Bike en La Pola de Gordon, Reserva de la Biosfera Alto Bernesga. Un lugar especial para la práctica de la bicicleta tanto de carretera y montaña”, Pascual habla de su nuevo reto con pasión y ganas. Además, nos informa de que en breve esa zona sonará bastante con el proyecto que tiene Jesús Calleja en la zona que se llama ‘Zona alfa’..

‘Zona Alfa’ es un proyecto desarrollado por la Consejería de Medio Ambiente, Vivienda y Ordenación del Territorio a través de la Fundación Patrimonio Natural de Castilla y León y con la apuesta personal de Jesús Calleja.

Con una inversión aproximada de un millón y medio de euros, el centro de MTB que se ubica en los municipios de Pola de Gordón y La Robla. Contará con 19 recorridos con una longitud aproximada de 120 Km y un desnivel acumulado cercano a los 10.000 m.  El Centro contemplan un total de 15 senderos de bajada, siendo 4 rutas MTB circulares y 11 senderos sostenibles MTB. Todos los senderos o trails y las rutas circulares están unidos por 2 rutas XC periféricas entre Pola de Gordón y La Robla, y 4 accesos señalizados para enlazar y ascender a los puntos de inicio de los senderos construidos.

Se plantea como un centro para la práctica del Mountain Bike (MTB) con una serie de peculiaridades que lo convierten en un centro pionero en España. Se combina la recuperación y adecuación de senderos tradicionales con la construcción de nuevas rutas para uso preferente de ciclistas. El diseño se ha realizado a partir de la idea de poder ofrecer grandes jornadas a todo tipo de ciclistas de montaña. Tienen cabida desde las disciplinas más tradicionales como el XC (cross country) a las nuevas disciplinas más pujantes como el All Mountain, o el Enduro, tanto en su versión normal como en versión eléctrica.

Futuro sobre ruedas

A pesar de que su relación con la bicicleta ha sido siempre con carácter profesional, Javier asegura que cada día la utiliza más como medio de transporte. “La mayoría de la gente en España solo la utilizamos como ocio y deportes. Esto parece que poco a poco se está cambiando. También cambian las infraestructuras, se realizan más carriles bici y se ponen más medios para su uso”, agradece.

Y es que, aparte de que puede ser tu profesión, como fue el caso de Javier, él mismo reconoce que utilizar la bicicleta tiene muchos beneficios para el cuerpo, “oxigena el cerebro y combate es estrés, tonifica y fortalece la espalda, fortalece el corazón, hace más resistente al sistema inmunológico, protege las articulaciones para que se mantengan sanas y resistentes”. Y, además, recalca el lado sostenible, económico y respetuoso con el medio ambiente de la bicicleta.

Isaac Anel Martin-Granizo, Ironman y fisio

¿Un fisio con problemas en los talones? Es lo que tiene ser corredor, así que Isaac hace 15 años empezó con la bicicleta de montaña y la bicicleta de carretera. “Al final me aficioné mucho más a la de carretera porque me gustaban los triatlones”, destaca. Así que, ya que tenía el fondo en carrera y su nueva afición por la bicicleta solo le quedaba la natación, porque sabía nadar pero tuvo que entrenar mucho para llegar a esos niveles de competición. Y con estos tres factores en la ecuación ya tenemos a un triatleta que empezó en competiciones de corta distancia hasta que el 2019 ya se pasó a las de larga, lo que es un ‘Ironman’. Y fue un no parar: Barcelona 2019, Vitoria 2021 y ahora está entrenando para ‘Ironman’ de Lanzarote de 2024.

El fisio previene, no cura

Después de más de veinte años como fisioterapeuta su recomendación es la bicicleta. “La bicicleta es un trabajo aeróbico sin impacto. Es importantísimo. Es uno de los deportes que mejor le va a todo el mundo”, afirma. Y puntualiza, “tiene muchísimos beneficios: contribuye a incrementar la energía en general, beneficios cardiovasculares, de fuerza, incluso, el equilibrio porque estás trabajando todo lo que es el core y tu espacio sensorial”.

Isaac considera que la bicicleta está muy bien tanto para los padres que van con sus hijos de paseo, profesionales o seudoprofesionales, como él mismo se considera porque, aunque compite, reconoce que lo hace a su ritmo. “Me recomendación como fisioterapeuta es prevenir las lesiones, no curarlas. Cada año que pasa estamos ya previniendo mucho más, trabajando siempre con un preparador físico y con un fisioterapeuta para prevenir esas lesiones. Y todo empieza con un estudio biomecánico de la bicicleta y del ciclista para prevenir una gran cantidad de lesiones”, hace hincapié en la importancia de su trabajo bien enfocado que ya realiza a gente de a pie y profesionales. A su consulta van muchos pacientes a los que no les han hecho previamente un estudio biomecánico, por lo que tienen problemas de gemelos, de cadera, espalda, etc.

“Para prevenir y no curar hay que trabajar el aspecto aeróbico, que es la bicicleta, y el trabajo anaeróbico, que es súper importante. El que hace bicicleta también tiene que hacer un trabajo anaeróbico, es un trabajo de fuerza siempre pautado por un fisioterapeuta y un preparador físico”, apunta.

Curueño Xtrem

La iniciativa del Curueño Xtrem empezó hace cinco años en una conversación en el bar de pueblo de Valdepiélago entre varios amigos: Juanjo Ribote, Gabriel Ángel Llamazares y Jairo Llamazares. “Empezamos a tirar de gente que conocíamos porque todos nosotros íbamos a distintas rutas, teníamos un grupo en León que se llamaba ‘Los Goonies’. El primer año fue un éxito bastante potente en la provincia por el enclave tan espectacular del Curueño y la zona de Valdorra”, narra Jairo su primera incursión.

Los años siguientes se sumó más gente, entre ellos hubo varias incorporaciones al cuerpo de organización: Sergio Marcos, que ya había organizado marcha en Boñar; Eduardo Ramós, del grupo de ‘Los Goonies’ y con mucha iniciativa; y Lorenzo Tascón como fotógrafo y para temas de documentación. Además de contar con colaboradores incondicionales, como David Chacón o el trabajo de los voluntarios, donde hay muchas mujeres ayudando a que todo salga bien en la competición.

Sin dejar de pedalear

En 2023 se celebra la quinta edición seguida de la prueba, no pararon ni en pandemia. “Nos coincidió que cuando estuvo cerrado fue todo el verano, en septiembre se abrió y después se volvió a cerrar. En la pandemia en León se consiguieron hacer dos o tres pruebas y una de ellas conseguimos sacarla adelante nosotros con muchas más medidas de seguridad que fue superar un hándicap importante de cara a lo que venías haciendo normalmente. Meterle un plus de complejidad”, relata Jairo lo que ya parece cosa de otra vida.

El primer año fueron 308 inscritos, el segundo 400, al tercero 500 y el año pasado 570. “Este año los pronósticos son un poco más bajos porque hay overbooking de carreras y a nivel nacional están bajando todas un 20 o 30% de inscritos porque al final se está repartiendo mucho más la cosa”, confiesa haciendo alusión a que es reflejo del boom que se vivió después de la pandemia.

“Ahora tendremos que sujetar este tirón si queremos no caer, porque va a haber pruebas que caerán, económicamente no van a ser viables. Las que son carreras que son empresas y negocios pues al final subirán precios y tirarán de un lado y de otro. Pero las carreras como nosotros, que al final aquí todo depende del Do de pecho que demos organizadores, voluntarios, patrocinadores y demás, pues como pierdan afluencia no hay negocio ninguno”, se lamenta el organizador.

A pesar de ello siguen preparando con la misma ilusión la carrera del 16, 17 y 18 de septiembre en los Ayuntamientos de Valdepiélago y La Vecilla que cuenta con dos recorridos. Uno más asequible con unos 35-40 kilómetros con unos 800 o 1000 metros de desnivel positivo y uno entre 60-65 kilómetros que ronda los 2000 metros de desnivel positivo.

“Son carreras en la montaña, entonces tienen una dificultad técnica moderada y en muchos casos empieza a ser alta debido a que el terreno que tenemos en la montaña es lo que es”, destaca. Aunque recalca la labor que hacen junto a los voluntarios desbrozando y limpiando los caminos, que incluso estaban perdidos. Una vez más la bicicleta beneficiando a las personas y al medio ambiente, aunque sea de manera indirecta, ya que gracias a esta carrera hay nuevos senderos que se pueden transitar, en las que hasta señalización. Labor que pueblos como Valdepiélago, Montuerto, Nocedo, Valdorría, Correcillas, Aviados, Campohermoso, Sopeña, Otero de Curueño agradecen.

En esencia esta prueba “casera”, como Jairo la denomina consiste en disfrutarla. Los diez primeros corredores sí se lo toman más en serio, como el caso del ganador del año pasado, un asturiano que es campeón de España de máster 40. Pero hasta ellos acuden a este tipo de competición menos oficial por otros matices que les aporta la experiencia, indica.

“Se sienten seguros, están tranquilos, saben que tienen alrededor toda una organización con avituallamientos, asistencia mecánica y médica, una comida de confraternización, masajistas para cuando acaban la prueba, incluso un patrocinador nos puso allí un servicio de peluquería para que el que mientras estuviera esperando por el colega pues pudiera cortarse el pelo”, enumera la gran preparación.

De la calle al sendero

“La bici urbana yo la contemplo como un servicio público de transporte. La bici de carretera y la bici de montaña tienen componentes parecidos y diferentes a la vez. Casi todo el mundo que anda en estas pruebas y compite en bici de montaña tiene su bici de carretera para entrenar porque es menos agresiva. Se puede hacer entrenamientos más progresivos, entrenamientos más suaves, sin ser tan agresivos para el cuerpo, pero que son muy efectivos después para hacer rodajes de tiradas largas”, diferencia Jairo entre algunos de los tipos de bicis más comunes. Para él la de montaña te ofrece más paisajes, más adrenalina, más riesgos y tiene un componente técnico muy elevado, que es la mayor diferencia con cualquier otra bicicleta, que supine tener un buen estado físico.

A pesar de la diferencia de complejidad entre ellas siempre que se utiliza una bicicleta hay que tener cuidado y ser precavido. “El tráfico es el mayor peligro que tiene un ciclista de carretera, aunque ha mejorado mucho, pero bueno todavía nos falta un poco esa conciencia de que el ciclista es un usuario más de la vía y cuando vamos en el coche lo vemos como un estorbo porque nos ralentiza, ocupa la carretera, no paga impuesto de circulación…Pero tiene sus derechos y sus obligaciones”, reflexiona. Y sobre la bicicleta de montaña puntualiza, “hay que tener mucha precaución con los terrenos por donde vas, una caída contra una piedra puede ser muy peligrosa o una caída a distinto nivel. El terreno el que te marca la mayor diferencia”.

“En León, en la capital, se ve más gente usando bicicletas para ir al trabajo y para ir a hacer sus recados. Luego yo veo mucha gente en la carretera para entrenar o para disfrutar. Y de montaña lo mismo, pero claro, yo estoy también muy metido en un entorno rodeado de ello”, comenta sorprendido.

Pero luego lo compara con ciudades como Barcelona o ciertos países de Europa donde el uso de la bicicleta es otro concepto mucho más integrado por lo que la gente va más segura y entonces se anima más a utilizarla, mientras que aquí los carriles bici son un anexo al tráfico, “es como que es un elemento que no acaba de estar integrado ni con el peatón, ni con la vía…”, puntualiza.

Y termina con un gran alegato, casi en modo de petición para que los responsables urbaníismo valoren la importancia de un carril bici bien integrado en la ciudad. Porque “no tiene mucho sentido que un carril bici vaya pintado por encima de una acera y después se baja a la carretera, por lo que tiene que cruzar por un paso de peatones, cuando la normativa te dice que en el paso de peatones el ciclista se tiene que bajar. Tendrían que ser un servicio porque al final entre más gente usara la bici menos coches habría, menos contaminación, menos restricciones tendría que haber con los coches antiguos de gasoil”.

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