El Mundial, mil y una formas de disfrutar del ciclismo

V. Silván/Ical

El Mundial de Ciclismo de Ponferrada cuenta con una docena de carreras y cada aficionado tiene su propia visión de como disfrutar de ellas. Diferentes maneras de seguir el campeonato, desde los que prefieren buscar un punto concreto del circuito a aquellos que quieren ver cómodamente la llegada a meta desde una tribuna, los que lo siguen a través de las pantallas o aquellos apasionados de este deporte que van detrás de todas las grandes citas en sus autocaravanas, que han invadido buena parte de los aparcamientos de la capital berciana.

Una de esas autocaravanas, en la zona de parking del Museo Nacional de la Energía, en primera línea y con vistas al circuito, es la del matrimonio cántabro formado por Marí Carmen Gutiérrez y Manuel Aguilera, que llegaron el sábado pasado, después de seguir también la Vuelta a España, y que están acompañados también por otra pareja de Santander (Cantabria). “Hemos llegado el sábado, después de la Vuelta fuimos a una concentración de autocaravanas a Palencia y ya vinimos aquí porque queríamos coger un buen sitio”, explica Mari Carmen.

El matrimonio no quería quedarse fuera de la capital berciana porque “hay que estar donde está el ambiente” y ya habían consultado el circuito a través de internet. “Al llegar al alto ya vimos que había autocaravanas aquí aparcadas, cruzamos el puente del centenario y nos quedamos este sitio que es fabuloso, tenemos las mesas y sillas fueras y desde ahí ya se ven las carreras”, cuenta Mari Carmen, que lleva la camiseta de la campaña 'Unidos por un reto', del ciclista de Colindres (Cantabria) Óscar Negrete, que batió el récord de la hora para recaudar fondos para la lucha contra el Alzheimer, enfermedad que padece su padre desde hace diez años.

Una camiseta que Mari Carmen sustituirá el domingo por otra con la imagen de Alejandro Valverde, al que estará animando en la prueba élite masculina. “Yo soy muy de Valverde y muy de Contador”, asegura emocionada, señalando a la gran fotografía que hay en la parte delantera de la autocaravana del corredor de Pinto (Madrid). “La gente cuando pasa se acerca y se para a hacer fotos”, añade la aficionada, que entró en el mundo del ciclismo de la mano de su marido, que corrió hasta hace tres años. “Yo le conocí con 14 años y ya corría en bicicleta, ahora está operado de un cáncer pero igualmente sale a correr todos los días, fue campeón de España en la categoría senior-master, ha ganado la Vuelta a Lérida y quedó tercero en la Vuelta a Guatemala”, cuenta.

Una afición que desde hace años les lleva detrás de las grandes citas del ciclismo con su autocarava. Desde la Vuelta a España al Tour de Francia donde también ha vivido experiencias increíbles. Marí Carmen muestra un álbum de fotos del Tour de Francia del 2008 y la etapa del Alpe D'Huez. “Como yo soy el perejil de todas las salsa, ahí me entrevistaron los de la televisión francesa y, como no se idiomas, yo solo decía: España, Cantabria, Óscar Freire”, añade entre risas Marí Carmen.

Desde la zona del Museo Nacional de la Energía, otro aficionado, el ponferradino Álvaro Rajo, anima el paso de los ciclistas con un cencerro. El disfruta viendo las carreras en diferentes puntos del circuito y está en esta zona, cuando el recorrido entre en la ciudad tras la bajada de la carretera del pantano “porque nos pareció que era el tramo más rápido del circuito de ese día y queríamos ver la velocidad que alcanzaban los corredores de la contrarreloj élite masculina”.

Seguir todas las pruebas

Este aficionado, junto a sus compañeros del club de enduro y descenso 'Pirata's Team', siguen todas las pruebas del Mundial desde el domingo y cambian de ubicación en función de la carrera. “El primer día vimos la contrarreloj por equipos donde la subida del Hotel Novo porque es un buen sitio para ver como zapatean los 'pro'”, explica Rajo, que todavía no han decidido que punto de circuito buscarán para ver el trabajo del equipo de la selección española el domingo, en la prueba de fondo.

Allí estarán de nuevo con el cencerro suizo que, explica, es típico de las carreras ciclista como en el Tour de Francia “para animar al corredor, que lo escuche y se motive”. Rajo reconoce que nunca ha visto una final de carrera en la recta de meta porque, en su opinión, “es aburrido”. “Me parece aburrido, es todo tan lineal, el corredor viene de una recta, sprintando y, vale, ves como se exprime al máximo para arañar unos segundos, pero yo disfruto más viéndolo por el circuito y cada aficionado en función de lo que le guste, depende del día y del circuito”, apostilla.

Precisamente, desde la tribuna vieron llegar exhausto a la meta a Bradley Wiggins, el campeón del mundo en la contrarreloj élite másculina, los vallisoletanos David Flores y Enrique Hernando. Ellos vinieron a Ponferrada solo ese día, con unas invitaciones de Gadis, que es uno de los patrocinadores del Mundial. “Fuimos el miércoles porque habría menos gente que el domingo y es mas fácil acercarte a los entrenamientos y a los ciclistas y con la idea de estar más tiempo en Ponferrada”, explica Flores, aficionado a la bicicleta y corredor de triatlón, que incluso ha participado como moto-enlace en la Vuelta a Castilla y León.

Flores y Hernando disfrutaron de su experiencia de tribuna, pudiendo ver en directo la entrada de los corredores “aunque la velocidad es muy alta porque estas carreras van muy rápido”. “Es muchísimo más emocionante que verlo en televisión”, apunta el aficionado vallisoletano, que puntualiza que pueden seguir a través de las pantallas la marcha de la carrera y “disfrutar los últimos metros en directo”. “No esperaba que ganase Wiggins, apostaba por Tony Martin porque el inglés no había hecho nada en toda la temporada”, valora Flores, que lamenta que los ciclistas y la zona de boxes estén tan inaccesibles para el aficionado.

Y como hay muchas formas de disfrutar del Mundial y de las carreras, volverá el domingo y buscará nuevas emociones desde otra localización, problablemente en la subida al mirador, antes de la bajada por la carretera del pantano. “Volveremos con más compañeros del equipo de triatlón y del club ciclista de la Universidad de Valladolid, incluso con familiares, seremos un grupo grande y buscaremos un sitio en la subida al mirador, en algún repecho del circuito, allí pasan más despacio y a lo mejor podemos ver algún ataque en la última o penúltima vuelta que pueda ser decisiva en la carrera”, añade David Flores.

Otros aficionados prefieren seguir cómodamente las carreras desde las pantallas, ya sea desde la de casa, con una cerveza en el bar o en la calle, en uno de los grandes monitores instalados en la avenida de Asturias. Una opción que tiene la ventaja de saber segundo a segundo la marcha de la competición y, de paso, contemplar las panorámicas de la ciudad de Ponferrada y el Bierzo de las que, en los últimos días, ya han disfrutado también medio planeta.

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