Miles de leoneses celebran en la calle el histórico ascenso de la Cultu a Segunda
Cuando el árbitro pitó el final del encuentro entre la Cultural y el filial del FC Barcelona, los saltos y los gritos de alegría llenaron las gradas del estadio Reino de León, y también las calles de la ciudad, donde se empezaron a escuchar numerosos claxon de los coches celebrando la victoria culturalista. La gente se atavió rápidamente con bufandas y camisetas de la Cultural y se dirigió como una auténtica riada por las calles más céntricas hasta la plaza de Guzmán para disfrutar del ascenso con los jugadores del equipo.
Una riada similar a la que unas horas antes se había citado frente a la catedral de León para dirigirse hacia el estado Reino de León y animar al equipo por las calles de la ciudad. Una marea de colores blanco y púrpura se encaminó al feudo leonés, donde ya esperaban decenas de aficionados que hicieron largas colas para acceder al estadio y animar al equipo desde el principio.
Pero sin duda, la fiesta después del partido se centró en la plaza de Guzmán. Miles de personas se concentraron en esta céntrica plaza, vallada desde hace unos días y donde la estatua del noble leonés apoyaba al conjunto de la ciudad ataviado con una bufanda y una bandera del equipo culturalista. Muchos cánticos y mucha expectación, acompañados de alguna bengala y petardos, entretuvo a los aficionados hasta la llegada de los jugadores y el cuerpo técnico.
El momento más esperado se produjo pasadas las diez y cuarto de la noche, cuando un autobús descapotable hizo su entrada en la plaza con los 'héroes' del ascenso en su interior. Todos ellos se fueron situando alrededor de la fuente para animar y agradecer el apoyo de los leoneses que allí se habían agolpado. Los más valientes, incluso, no dudaron en saltar al interior de la fuente, donde había grandes medidas de seguridad para impedir que los aficionados superaran el cordón de seguridad.
Una gran fiesta que ha supuesto el colofón a un ascenso histórico de un equipo que ha ido creciendo en los últimos años y que ha colocado a la ciudad en la categoría de plata, un hecho en el que hay puestas muchas esperanzas y con el que los aficionados y leoneses han vibrado hoy de lo lindo. 43 años después del último ascenso León bien merece una fiesta.
