El San Francisco alberga hoy la proyección de 'Psicosis'

Psicosis

L. Castellanos

Hitchcock impuso una norma para la exhibición de 'Psicosis', que nadie entrara con la película comenzaba. Formaba parte de una estrategia comercial (que se completaba con el estreno de cientos y cientos de copias estrenadas simultáneamente en todo Estados Unidos) que trataba de evitar el 'boca a boca' y forzara la presencia de colas a las entradas de los cines que, además, obligaba al espectador a sumergirse en un argumento que vivía sus primeros puntos de inflexión a las primeras de cambio y no dudaba en prescindir de la protagonista principal (Janet Leigh) cuando empezaba a arrancar. “Si tenemos una actriz famosa, nadie se esperará que muera”, aseguraba Hitchcock. El maestro británico se jugaba su propio dinero con el rodaje de 'Psicosis'. Los dirigentes de Paramount no querían saber nada de una película (basada en una novela de Robert Bloch que a su vez se inspiraba en una serie de truculentos hechos acaecidos en la realidad en un pueblo de Wisconsin) que acababa siendo refugio de una historia de necrofilia y crímenes zafios y sin pudor.

Alfred Hitchcock le veía mucho potencial a la historia, sobre todo porque le permitía experimentar con el lenguaje cinematográfico y medirse de manera directa y sin ambages con una historia repleta de sexo, muerte y violencia. Como Paramount no quería no oír hablar de producir una película así, el director inglés decidió afrontar él mismo la financiación y para ello echó mano del equipo habitual de su productora televisiva, la misma que se encargaba de la filmación de su serie 'Alfred Hitchcock presenta'. A este se sumaría, por supuesto, el montador George Tomasini, fundamental para el resultado final, el diseñador gráfico Saul Bass, que se asumió los 'storyboards' (y que según él dirigió la famosa escena de la ducha argumentando la diferencia de estilo de esta con respecto al resto del film) y el músico Bernard Hermann, cuya partitura para cuerda resulta decisiva para la película y hoy es hay un icono generacional. El guión le fue encargado a “un escritor con sentido del humor”, Joseph Stefano.

'Psicosis', fechada en 1960, se rodó en el más absoluto de los secretos durante poco más de un mes y costó unos 800. 000 dólares. Hichcock cedió el protagonismo a una estrella emergente, Anthony Perkins, que nordó un papel que luego le marcaría de por vida. Janet Leigh, Vera Miles o Martin Balsam, entre otros, también formaron parte del reparto de una película que su director había planficado con detalle y a la que dotó de una puesta en escena provista de toda clase de detalles y una variedad amplia de planos y recursos fílmicos. El tenía claro lo que quería y al final el resultado confirmó el sentido magistral que iluminaba su cine. La famosa de la ducha, por ejemplo, dura tres minutos en el film y para culminarla se emplearon siete días y un total de 77 ángulos de cámara y 50 planos. Incluso se dice que para dotarla de mayor realismo Janet Leigh fue obligada por Hitchcock a usar agua helada.

Nominada al Oscar en cuatro categorías (mejor director, mejor actriz protagonista, mejor fotografía y mejor dirección artística), no se alzó con ninguna aunque ello no impidió que acabara convirtiéndose en una obra imprescindible de la historia del cine. No digamos del género de terror. Hoy, por tal razón el teatro San Francisco le rinde homenaje proyectándola dentro de su ciclo de clásicos del séptimo arte.

La escena de la ducha

https://www.youtube.com/watch?v=zAnOpXzVfBI

Lugar: Teatro San Francisco. A las 20.30 horas

Día: 21 de mayo de 2015

Etiquetas
stats