'Rapa': rodado en Galicia
Galicia se ha convertido durante las últimas décadas en un auténtico plató natural de cine capaz de seducir a cineastas de todo el mundo. A estas alturas de la película (nunca mejor dicho), se puede hablar de una pujante industria audiovisual gallega cimentada en unas productoras emergentes; en el talento artístico de actores, directores o guionistas; y en unos técnicos sobradamente capacitados que, como sucede frecuentemente en las regiones periféricas, suelen ser más valorados lejos de su tierra. Si a todo esto le sumamos la aparición de la Galicia Film Commission hace unos años, actuando como vaso comunicador entre instituciones e industria, no es difícil de entender que Galicia se haya convertido en la cuarta región europea con más rodajes per cápita, situándose por encima de países como Portugal o Suiza.
Pero hay algo más en lo que coinciden todos los cineastas que se han acercado a esta verde esquina de la península ibérica: su riqueza paisajística. Galicia es un lugar único para rodar cine, con sus bosques, prados, playas y acantilados; con su patrimonio artístico y cultural; y, por encima de todo, con esa luz tan especial que derraman sus cielos cargados de nubes. Esa luz y su naturaleza cambiante es precisamente lo que más destacan los realizadores que llegan a Galicia para filmar, una luz que parece conformar un fascinante lienzo cromático sobre el que desarrollar sus historias. Hablan de esa luz gris y otoñal que se esconde tras la niebla y la lluvia para transformar las ciudades en lugares mágicos, en laberintos de piedra sumergidos que parecen rescatados de algún cuento; o de esa otra luz azul y vertical que se desparrama sobre los campos y el mar cuando llega el verano; o de la tímida y blanca luz de los amaneceres gallegos…
El realizador lucense Jorge Coira conoce perfectamente las posibilidades fotográficas de su tierra y en Rapa convierte al paisaje gallego en un protagonista más de la trama. La imponente Serra da Capelada y la hermosa villa de Cedeira son el salvaje y bello escenario de este convincente thriller rural. Sobre ese óleo verde de Galicia desarrolla de forma eficaz una trama de intriga que va ganando enteros a medida que avanzan los capítulos. No estamos ante una serie que vaya a cambiar los paradigmas del género o romper moldes por su originalidad, pero sí ante una ficción que utiliza de forma inteligente todos esos mismos elementos narrativos para configurar un entretenimiento de calidad. El acertado elenco de actores hace el resto y Rapa vuelve a confirmar que el audiovisual 'made in Galicia' goza de una estupenda salud.
