Rafael Amor regresa a su 'casa' leonesa

Rafael Amor

L. Castellanos

Ya se ha perdido la cuenta de las veces que Rafael Amor lleva regresando al Hula Hula. Por lo menos, treinta años... o más. Es su casa. No hay año que no repita su visita a sus amigos leoneses. Realmente no puede vivir sin ellos. Y ellos sin él. El cantautor argentino, uno de esos versos libres que se mueven a su antojo por el mundo al amparo de su música y de su arte, pisó hace mucho tiempo por primera vez el Hula Hula y ya nunca lo abandonó. Esté en Vitigudino, en Granada o en Tecucigalpa una parte del Hula la lleva dentro. Es el primo que vive en Madrid que regresa a casa, a León, para pasar unos días con los suyos, reencontrarse con los viejos amigos y conocer a otros nuevos. Llega con un regalo, un nuevo disco, 'La gota y la piedra', de cuyo contenido hará partícipe a todo aquel que se cite con él los dos días que estará en el Hula (hoy y mañana).

No son recitales al uso los de Rafael Amor. No es un cantante más que se sube al escenario, suelta un puñado de canciones y luego se va. El convierte todos sus conciertos en un acto supremo de sensibilidad donde el contacto con el público resulta absolutamente literal y donde la participación de este es de obligado cumplimiento. El canta, mucho y bien, pero también habla, mucho y bien, y dialoga con los espectadores. Igual entona una de esas canciones suyas que se retuercen en el alma que te cuenta el último chiste o desata un desahogo lleno de ironía para batirse con este mundo tan imprevisible. Los recitales de Rafael Amor desbordan cualquier convención y se nutren de muchos instantes y de toda clase de sensibilidades.

Rafael Amor pertenece a aquella generación de cantautores que se batieron el cobre en una Latinoamérica abundante en imperfecciones y desahogaban sus fastidios y sus sentimientos sobre los escenarios. Su prestigio fue de aumento en aumento, lo mismo que su libertad creativa. Hoy nadie le discute su peso y nadie le racanea un elogio. Amor es uno de esos artistas que se enfrentan a los efectos de la globalidad, reclaman los valores de siempre y alimentan continuos sentimientos y sensaciones. Ahí está su biografía para dar testimonio de su volumen como artista. Son numerosas las referencias que la engordan (entre actuaciones, discos y proyectos variados) y que han ido colmando una trayectoria que no cesa.

En el Hula Hula, sin duda alguna, se le conoce de sobra. Hoy y mañana estarán con él algunos de los que vivieron la primera actuación del argentino en esta sala leonesa. Y lo harán con el mismo entusiasmo de entonces. Rafael Amor es músico universal, de los que estrechan lazos y complicidades con el público y de los que cantan y hablan de lo de siempre. Al fin y al cabo, el motor de cualquier vida.

Bienvenido

Página web de Rafael Amor: http://www.rafaelamor.com/

Lugar: Hula Hula (calle Bernardo del Carpio, 24. León). A las 21 horas

Día: 31 de enero y 1 de febrero de 2015

Entradas: 10 euros

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