Promonumenta presenta su revista en la Casa de León en Madrid

ileon.com / Promonumenta

El pasado sábado, día 15 de marzo, tuvo lugar en la Casa de León en Madrid la presentación de la nueva revista de ProMonumenta, de la cada vez más conocida Asociación de Amigos del Patrimonio Cultural de León. Con motivo de la presentación de esta revista, número XI de la editadas hasta ahora, tanto la Asociación como la Casa de León, contó con la intervención del escritor leonés Julio Llamazares.

La asociación ProMonumenta cuenta ya con un largo recorrido en la defensa y conservación de nuestro patrimonio cultural. Creada en 1992, y respondiendo a un estado general de desinterés y abandono de la administración respecto de los bienes culturales de la provincia leonesa, ProMonumenta tiene una proyección que podría calificarse de integral.

Por un lado realiza una labor activa sobre la limpieza y conservación de edificios y otros bienes muebles, y por otro lado, realiza actividades de divulgación como visitas guiadas, conferencias, debates, y por supuesto, la edición de esta revista, que con los años adquiere una mayor calidad, en continente y contenido.

Además de Julio Llamazares, la mesa estaba compuesta por Marcelino Fernández, presidente de ProMonumenta; Víctor Ferrero, fundador; José Luis Gavilanes, vocal; y Eutimio Martino, historiador y socio honorario, al que se le rindió además un homenaje posteriormente por su trayectoria.

Como ellos mismos recordaban, la revista que comenzó siendo una serie de pocos artículos, sin apenas fotos ni color, hoy es una revista de 170 páginas a todo color, con unos fantásticos artículos divulgativos sobre patrimonio de la provincia leonesa, donde además se conciencia al lector, y se denuncia a las administraciones, de todos aquellos bienes que, como denomina ProMonumenta, necesitan un SOS. Como suele ser habitual en la Casa de León, lo mejor del acto se centró en el coloquio que entablaron los ponentes sobre diversos temas de actualidad.

El primero de ellos relacionado con la propia Casa, donde Julio Llamazares y ProMonumenta se solidarizaron y mostraron su apoyo con la reciente polémica que mantiene esta embajada leonesa en Madrid con la Junta de Catilla y León, que obliga a cambiar el nombre introduciendo “Castilla” para poder optar a una pírrica subvención. Otro de los temas que se trataron fue la pasividad de absolutamente todas las instituciones, Junta, Diputación, y quizás lo más grave de todo, por ser la administración más cercana al ciudadano y que mejor debería conocer su patrimonio, la pusilanimidad de la mayoría de alcaldes, sea cual sea el tamaño del municipio.

Es por ello que la presentación de la revista se convirtió también en un fantástico ejercicio democrático, pues los testimonios sobre el funcionamiento de las administraciones del presidente Marcelino Fernández son más que elocuentes. Con lujo de detalles, Marcelino transmite con desasosiego cómo aún poniendo medios y soluciones a cargo de la propia asociación, los políticos son incapaces no ya de ayudar, sino de no entorpecer la labor de estos voluntarios que además, en círculos privados de ciertos políticos, son objeto de burla y mofa por su labor desinteresada en recuperar este legado, que es de todos. Sirva como ejemplo uno de los últimos proyectos de recuperación de una biblioteca de un palacete del siglo XV, donde los libros estaban expuestos a la humedad y los robos.

ProMonumenta consiguió salvar una buena parte, y gestionar con la Biblioteca Pública de León la conservación y depósito. Aún así, el Ayuntamiento ha sido incapaz en más de 6 meses en aprobar en pleno un simple informe técnico sobre el estado de los libros.

Por último, y relacionado con lo anterior, Julio Llamazares, además de elogiar esta labor, hizo hincapié en la necesidad de denuncia constante a las instituciones, pues como dice la famosa frase “la caridad debe llenar las grietas de la justicia, pero no los abismos de la injusticia”.

ProMonumenta debe existir, pero no sustituir lo que es responsabilidad de los políticos, a quienes elegimos para que velen por el interés general, y esto lo es. Julio puso además acertados ejemplos. Dijo que lo que tiene León que ofrecer es paisaje y patrimonio, y debemos cuidar ambos. Esto proviene de una equívoca concepción de patrimonio, que debe considerarse un activo del que disfrutar y sacar un rédito también económico, como hacen en otros países europeos, y no considerarse un gasto, que es como se ve ahora.

Reclamó por ejemplo una ruta para conocer la cuevas de guerrilleros antifranquistas “maquis”, mejor conservadas de España, en la zona de Boñar, o el potencial que tiene León en la llamada “maginot cantábrica”, línea del frente bélico en la Guerra Civil Española con búnkeres y trincheras, patrimonio aparentemente menor, pero que sí tienen conservado en Los Monegros con las trincheras de Orwell, y en Madrid con las trincheras del Frente del Jarama.

La sensación al final del acto, como suele ser habitual, es muy agridulce. Agria por los numerosos problemas que tiene nuestra provincia para conservar un legado que es de todos nosotros, y que deben conocer todas las generaciones, aunque un punto dulce porque aún quedan héroes “anónimos”, con inquietud, valentía y ganas para realizar labores tan necesarias. ProMonumenta es más que una asociación, es una catarsis personal que nos recuerda la necesidad social del hombre por preservar y conservar su patrimonio cultural, desde limpiar una calzada romana, hasta saber cómo funcionan las administraciones públicas.

Para saber más sobre la polémica León-Valladolid y los restos de Lancia, los puentes de hierro en la provincia, el estado de monasterios como el de Santa María de Sandoval, la arquitectura popular en los hórreos, o las excavaciones de Ad Legionem y otros asuntos de la provincia leonesa: www.promonumenta.org.

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