Pajaro Sunrise: “Trato de hacer canciones que me gusten, que me conmuevan la primera vez que las toco”

Yuri y su banda sobre el escenario

Julio Hurtado

8ajaro Sunrise es uno de los grupos más interesantes del panorama musical actual (tanto nacional como internacional). Su música es especial, diferente pero directa y sincera. Ahora, tras el excelente Done/Undone, nos llega el nuevo trabajo de la banda, 'Old Goodbyes', que se publica el 28 de marzo en toda España y que parece que se trata de un punto de inflexión en la carrera de Yuri Méndez. Hemos aprovechado el lanzamiento de este nuevo trabajo para hablar con el genial compositor y músico de origen leonés.

En breve publicas nuevo disco, 'Old Goodbyes'. ¿Qué nos vamos a encontrar en este nuevo trabajo? ¿Cómo ha ido el proceso de grabación del álbum? ¿Alguna anécdota interesante?

El título ya deja bastante claro que es un disco de despedidas, un corte con el pasado. Había algunas canciones que habíamos estado tocando durante el último año y medio, y que, a pesar de gustarme mucho, temáticamente no encajaban con el próximo álbum. No quería descartarlas y me pareció buena idea reunirlas en lo que acabo siendo 'Old Goodbyes', antes de hacer borrón y cuenta nueva.

Queríamos capturar el ambiente de los conciertos en la medida de lo posible, por eso el álbum está grabado en directo, todos juntos tocando en una sala pequeña. Nunca había grabado así, y fue una experiencia estupenda, aunque demasiado breve para anécdotas, me temo.

Tras dos excelentes trabajos que tuvieron una magnífica acogida tanto por parte de público como de crítica. ¿Cómo te planteas ahora mismo la vida? ¿Has llegado a pensar que ahora mismo es posible vivir de la música, de tu arte?

Supongo que soy afortunado porque hace bastante tiempo que vivo sólo de hacer música -para publicidad sobre todo-. Lo que ni siquiera me planteo es poder vivir del grupo; hay un salto muy grande entre una banda pequeña, como la nuestra, y las que realmente generan dinero. Mirándolo por el lado bueno, eso me permite hacer exactamente lo que quiero en cada momento sin estar condicionado por el público o por un sello titánico -en Lovemonk son todo amor, que conste-; mirándolo por el lado malo, significa que tocar suele exigir un sacrificio tan grande para la mayoría de los grupos que muchas veces acaba por resultar insalvable.

Una de las características comunes de tus álbumes es la importancia del aspecto melódico. ¿Cómo enfocas el proceso creativo de un disco?

Trato de hacer canciones que me gusten, que me conmuevan la primera vez que las toco -por decirlo de alguna manera-. Es la única norma que sigo. Si un día veo que ya no puedo lograrlo, dejaré de hacerlo; de momento grabar discos aún me supone un reto y con eso me basta.

Tu música es difícil de clasificar, puesto que bebe de diversas influencias. ¿Cúales dirías que han sido tus principales referencias musicales?

Hay demasiadas como para escoger una. Creo que suponerlas o descubrirlas es misión de los críticos más que la mía; de hecho las influencias que otros ven en mis canciones me han servido para descubir algunos grupos que con el tiempo han llegado a gustarme mucho. Puedo hablar de bandas que son o han sido importantes para mí: Clem snide, Belle and Sebastian, Adam Carroll, Death Cab for Cutie, Phosphorescent, Bert Davenport...pero no sé hasta que punto se nota su influencia en lo que hago.

Una recomendación musical. ¿Que tipo de música sueles escuchar últimamente?

Durante el último mes he estado completamente obsesionado con Bach, pero no creo que sea ningún descubrimiento para nadie. Dire que 'The Entertainist' de Gonzales, 'Black City' de Mathew Dear y 'Swin', el último de Caribou, son algunos de los discos que más escucho últimamente. Y James Blake, claro.

Hace tiempo que estás afincado en Madrid, aunque tú eres natural de León. ¿Qué relación guardas con nuestra ciudad? ¿Cómo se ve el movimento cultural leonés desde la distancia?

Tengo muy poca relación con León, realmente. Sólo voy de vez en cuando a ver a mi familia y no estoy muy al día de lo que ocurre allí. La impresión que tenía antes irme, al menos, es que no había nada que se acercase ni remotamente a un “movimiento cultural”. Cuando hablo con Fabián, me dice que poco a poco las cosas están cambiando y que la ciudad tiene más vida de la que tenía entonces. Me alegro que sea así porque no deja de ser la ciudad donde nací y donde pase mi adolescencia, aunque la relación haya sido un tanto fría desde entonces.

Vivímos en una época en que las etiquetas son un lastre para la música. ¿Cómo ves el panorama musical nacional actual?

Tampoco estoy mucho al día. Parece que hay mucha más diversidad de la que había antes, supongo que gracias a que internet ha permitido el acceso a una cantidad enorme de música a la que antes no era fácil llegar y todos nos hemos nutrido de ella.

Para terminar, si tuvieras que elegir una sóla canción de todos tus discos. ¿Cúal escogerías y por cuál razón?

Nunca lo había pensado, la verdad. Quiza Eleven Days de Done/Undone, aunque no tengo ninguna razón especial para escogerla; simplemente me sigue gustado dos años después, que no es poco.

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