Dos meses de Laboratorio Social

laboratorio Social de León Puertas Abiertas

ileon.com

Todo empezó el pasado 13 de noviembre, un centenar de personas, en un impulso no se sabe si meditado a apresurado, decidieron ocupar el edificio ubicado en el número 78 de Alcalde Miguel Castaño. El inmueble, propiedad del Ayuntamiento de León pero cedido a la Junta de Castilla y León para alojar las dependencias del Laboratorio Pecuario Regional, llevaba abandonado desde 2007, momento en el que estas instalaciones se trasladaron a un edificio más moderno en Villaquilambre. La reutiliación del lugar para uso y disfrute de toda la sociedad leonesa, fue la explicación de estos 'Robin Hood' de la era tecnológica. Rebautizado como Laboratorio Social, en tan sólo dos meses ha conseguido hacerse un buen hueco en la ciudad gracias a la intensa actividad que promueve y acoge.

La importancia de la iniciativa ha ido en aumento, con un incremento de las actividades y de los participantes

Aunque en un principio se apuntó al Movimiento 15 M como el precursor de la iniciativa, en un comunicado, los participantes en la iniciativa desmintieron que tuvieran que ver con cualquier movimiento social y a la semana de la entrada en el edificio organizaron una Jornada de Puertas Abiertas para que todo aquel que quisiera se acercase a comprobar qué era el laboratorio y qué posibilidades ofrecía.

Desde entonces este Laboratorio Social ha albergado desde talleres de teatro o fabricación de muñecas hasta conciertos, pasando por presentaciones de libros, charlas y debates o proyecciones de documentales. Una de las actividades que más eco ha tenido hasta el momento ha sido precisamente, la que más han intentado silenciar. Tras casi dos meses de vida y después de casi cinco años de abandono en los que la luz del edificio no se había dado de baja en ningún momento, llegó el apagón justo antes de un recital de poesía. Tal vez porque la perseverancia es una de las cualidades de la cultura, la lectura, en la que participaron numerosos poetas leoneses, fue celebrada con la misma intensidad a la luz de las velas.

Este ha sido uno de los pocos 'toques' de atención que han recibido quienes gestionan este espacio. La Junta interpuso a los pocos días de la ocupación, una denuncia que obligara a desalojar el inmueble. Los políticos municipales tampoco han prestado mucha atención al caso y desde el Ayuntamiento han evitado las referencias y declaraciones en un intento porque el asunto no cobrara protagonismo y pudiera salpicarlos.

El corte de luz llegó tras cuatro años de abandono en los que nunca se había dado de baja el servicio

El procurador leonesista Alejandro Valderas instó en su momento a la Junta a que manifestara si tenía pensado dar algún uso a este edificio y dio la voz de alarma ante otro centenar de edificios y solares de titularidad municipal que el Consistorio leonés ha cedido, como este, administrativamente a la Junta. Valderas ha considerado necesario que el Ayuntamiento recupere estos bienes municipales, más cuando la deuda municipal y la situación económica aprietan.

A esta petición se sumó Izquierda Unida. Desde este partido se pidió a Junta y Ayuntamiento que concluyeran el proceso de reversión y habilitaran el edificio como centro dedicado a las clubs de la ciudad.

En un momento complicado para las asociaciones culturales de la ciudad, en el que el CCAN y el CNT son desalojados de sus sedes con escasas opciones de disponer de otro edificio público, el Laboratorio Social ha supuesto un soplo de aire fresco. A diferencia de lo que muchos pensaron en un inicio, la significación del lugar ha ido en aumento con un incremento de las actividades y también de los participantes en las mismas. Con un futuro incierto por delante, el Laboratorio Social no tiene previsto renunciar a sus objetivos, un verdadero centro abierto a toda la ciudadanía y en el que tengan cabida todas las asociaciones e iniciativas.

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