Manuel V. González: “Me agrada saber que llevo en la memoria las teclas que he de tocar, las calles que conozco y que visitaré cuando salga a la calle”

Manuel V. González

Manuel Cuenya

Periodista, editor, futbolista profesional, escritor. Todo eso y mucho más ha sido y es Manuel González, conocido como Manolo 'Cerebro' por haber sido organizador del juego del fútbol en sus tiempos de deportista.

Si bien lleva viviendo en Extremadura, en concreto en Badajoz, muchos años, su tierra natal, León, sigue siendo para él no sólo su lugar de nacimiento sino el ritmo de una canción, una de esas canciones que a 'Cerebro' le gusta tocar al piano, habida cuenta de su pasión por la música. “Me agrada saber que llevo en la memoria las teclas que he de tocar, las calles que conozco y que visitaré (y que visitaba viviendo en Puente Castro) cuando salga a la calle. Ese ritmo de felicidad me ha aportado el reconocimiento de su existencia, y esa nostalgia me rodea a diario en Badajoz donde, efectivamente, llevo viviendo muchos años”, afirma Manolo González, que nació en el 53, “como dice la letra de una antigua canción”, rememora él, que conserva en las estanterías de su casa los libros leoneses de su juventud y de su madurez. “Voy a menudo a León, y siempre regreso con los últimos ejemplares publicados”, señala el autor de 'Regreso a Vadinia', un viaje a la capital española cuyo protagonista es precisamente un joven futbolista llamado Anselmo que es fichado por el Castilla, y se aloja en una pensión perteneciente a este club de fútbol, donde vive experiencias decisivas en su vida.

“En contra del leonesismo, que evoco a menudo, busco más la cantidad que la calidad; dispongo de libros leoneses en mi casa de León, en mi casa de Badajoz, en casa de cada uno de mis hijos y en la de mis amigos. Verdad es que quien más llama mi atención es Julio Llamazares: fue el primer escritor a quien conocí cuando ya había comenzado a leer sus libros, y desde entonces, y con mayores razones del añadido de nuestra amistad, reconozco su calidad literaria”, agrega Manolo 'Cerebro', cuya vocación por la literatura surge durante su etapa deportiva, aunque en aquella época –recuerda– no era normal que un futbolista estuviera en contacto con los libros. Comenzó a interesarse por los libros con veinte años. Y entre sus autores preferidos están, además de Julio Llamazares, Luis Mateo Díez, Gonzalo Hidalgo Bayal, Rafael Chirbes, Roberto Bolaños y Luis Landero, entre otros.

Quien más llama mi atención es Julio Llamazares: fue el primer escritor a quien conocí cuando ya había comenzado a leer sus libros

A medida que se iba haciendo mayor de edad –matiza–, buscaba otro tipo de autores, entre ellos, italianos, portugueses. Cree que todos deberíamos escribir de nuestra niñez, que tal vez sea nuestra única patria/matria verdadera. Recuperar la infancia perdida. Acaso seguir mirando la realidad con ojos infantiles, con mirada asombrada, como vemos asimismo en esa película poética de Wenders titulada 'Cielo sobre Berlín'. Esa nostalgia que le rodea en Badajoz, esa “nostalgia es la niñez perdida que sólo existe en la memoria”, recuerda Manolo 'Cerebro', cuyas experiencias en el mundo del fútbol ha podido plasmarlas por escrito en las páginas de sus libros, convirtiéndose el fútbol, en su opinión, en protagonista de sus novelas, al tiempo que ha podido trasladarlo a otros escritos, que nada tienen que ver con su vida.

El fútbol como terreo literario

“Por ejemplo, en 'Diario de un futbolista encerrado' escribí acerca de un encierro que realizamos durante mi época en el CD Badajoz. Precisamente ahora estoy escribiendo una novela, terminándola ya, en la que el protagonista es un futbolista. Quiere decirse que algo tendrá el fútbol cuando estoy escribiendo sobre él. Aún no tiene título final, pero se inspira totalmente en el mundo del futbol”, explica el autor de 'Un viaje entre Badajoz y Alentejo', que, aparte de futbolista profesional, fue distribuidor de ropa deportiva, lo que le permitía viajar por toda España muy a menudo. “Siempre tenía en mente las vivencias de cada pueblo, gente que en cada lugar conocía. Son vivencias que se plasman después en novelas y que nos permiten conocer qué ocurre en esos lugares, trasladar al lector la imagen viva de esos espacios, de esas gentes. Creo que la literatura de viajes es un género fundamental que nos permite descubrir de cerca las experiencias de los escritores”, apunta el creador de 'Relatos de un trashumante', que hubo un tiempo en que se dedicara a la edición de libros, algo que compaginaba con su labor profesional en el ámbito del comercio. “Además de ver a mis clientes como distribuidor también aprovechaba para visitar y mantener el contacto con librerías, o escritores de cada una de las localidades que visitaba. Me permitía compaginar las dos labores y no dejar nunca que el mundo de las letras abandonara mi día a día. En mi aventura editorial me acompañaron dos socios más: Pedro Almoril, dueño de la empresa Indugráfic, que se subió al carro de esta experiencia. También formó parte el fallecido Ángel Campos Pámpano, que fue amigo, socio, y un excelente poeta extremeño que es y será uno de mis autores preferidos”, rememora Manolo, que también ejerce como columnista de 'La Nueva Crónica', lo que le ha supuesto involucrarse de manera periódica con León, donde naciera y viviera su juventud. Y al mismo tiempo le ha permitido mantener ese vínculo con sus orígenes, aunque sea través del papel, y de este modo poder expresar la visión de un leonés fuera de su tierra.

Creo que la literatura de viajes es un género fundamental que nos permite descubrir de cerca las experiencias de los escritores

Respeto a la pandemia, que aún seguimos viviendo y sufriendo, cree que es uno de los peores problemas que pueda haber pasado y pasará en nuestra sociedad, aunque se muestra esperanzador acerca del futuro, pues espera que se arregle en los próximos meses. Y con ganas de terminar la novela más larga que ha escrito, según él, a la que ha cambiado varias veces su título, y aún duda sobre el mismo. “Tal vez sea una manera inconsciente de no querer cerrar esta etapa, manteniendo mi rutina escritora del día. En principio será 'La novela de Lucho Daponte' pero quién sabe si no pondré 'La novela de Lucía de Puente Castro' porque tengo una nieta que se llama Lucía y como todo el mundo de mi entorno sabe, y a mucha honra, yo soy del barrio leonés de Puente Castro. Aprovecho este espacio para hacer un pequeño homenaje a una de mis nietas, que son ahora también mi inspiración y mi alegría. Les gustan las flores: Flores son, primaverales/ Lo sé tan solo con verlas/ Ondean sí, con el viento/ Rojas, blancas, fuertes, tiernas./ Esos son colores dulces/ Señuelos de mi inocencia”, concluye el creador de 'El amante imaginario', un volumen conformado por tres relatos (uno de ellos da título al libro, además de 'La abuela' y 'La cuesta de Moyao') escritos con humor.

Entrevista breve a Manuel Vicente González

“De cualquier texto se puede obtener una chispa, por muy pequeña que sea”

¿Qué libro no dejarías de leer o leerías por segunda vez?

Uno de Martín Garzo, de Borges... yo qué sé...

Un personaje imprescindible en la literatura (o una persona en la vida).

No sé si poner Cervantes o Gonzalo Hidalgo Bayal...

Un autor o autora insoportable (o un libro insoportable).

La verdad es que no recuerdo a ninguno insoportable; de cualquier texto se puede obtener una chispa, por muy pequeña que sea.

Un rasgo que defina tu personalidad.

La obstinación.

¿Qué cualidad prefieres en una persona?

La curiosidad.

¿Qué opinión te merece la política actual? ¿Y la sociedad?

Soy antipolítico, no solía votar, me abstenía, pero me doy cuenta ahora de que eso no es razonable, es evidente la decisión por un lado u otro.

¿Qué es lo que más te divierte en la vida?

Los buenos amigos.

¿Por qué escribes?

Por necesidad: el instinto me lo pide.

¿Crees que las redes sociales, Facebook o Twitter, sirven para ejercitar tu estilo literario?

No, no, no, no, no.

¿Cuáles son tus fuentes literarias a la hora de escribir?

No presto, para ello, atención a un autor en concreto, siempre me fijo en mis experiencias y a lo mejor escribo y alguien me indica que mi estilo se parece a un determinado autor, pero no es mi intención.

¿Escribes o sigues algún blog con entusiasmo porque te parezca una herramienta literaria?

No, es verdad que suelo estar un poco “peleado” con las nuevas tecnologías.

Una frase que resuma tu modo de entender el mundo.

'Tempus fugit'.

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