Uno de los mayores éxitos del cine australiano, el primer papel realmente importante de Mel Gibson y todo un film de culto en la actualidad. Dirigida con rabia y fuerza por George Miller (también autor de la interesante 'Las brujas de Eastwick' y la taquillera 'Babe, el cerdito valiente') se destapó como una frenética e hiperviolenta road Movie en clave apocalípitica, llena de guiños a géneros tan hollywodienses como el Western o la acción más visceral con Peckinpah como principal referente, que contaba la historia de Max Rockatansky, un policía encargado de la vigilancia de una autopista, que tendrá que vérselas con unos criminales que actúan como vándalos, sembrando el pánico por las carreteras. Cuando, durante una persecución, Max acaba con Nightrider, el líder del violento grupo, el resto de la banda jura vengar su muerte. Esto no es más que el inicio de imparable ola de violencia que parece nunca tener fín. La cinta tuvo dos secuelas más, que aunque no están al nivel del original son dos buenos filmes de género. Como apunte final señalar que pronto veremos una secuela más, esta vez protagonizada por el ascendente Tom Hardy (visto recientemente en 'El topo' y el futuro Bane de 'The Dark Knight Rises') y Charlize Theron.