León, un territorio literario apegado al terruño
La provincia de León es un territorio con una diversidad espectacular, un hecho objetivo avalado por datos como que es la provincia española con más Reservas de la Biosfera reconocidad por la Unesco. La singularidad y diversidad de sus comarcas y de sus paisajes y paisanajes son el marco perfecto para que los literatos, guardianes de la memoria de la humanidad, hayan elegido alguna zona leonesa como marco de sus escritos.
El mapa que acomaña este texto (haz click en los iconos azules para saber más) es una pequeña recopilación de los lugares a visitar si uno quiere realizar un recorrido por el territorio leonés de ficción, ese que evoca recuerdos que a veces no son gratos, pero ese que permite llevar la realidad a un nivel que satisface la mente.
Desde la Cerulleda (Valdelugeros) escenario de las soledades de 'Los Bravos' de Jesús Fernández Santos a la Celama de Luis Mateo Díez el terruño provincial es un escenario para todo tipo de textos, pero en los que se comparte algo en común, recoger algunos aspectos de la compleja identidad leonesa, siempre en disputa interna y externa.
'El reino de Celama' del lacianiego Luis Mateo Díez recoge la trilogía sobre este territorio imaginario creado por el escritor en los últimos años. La obra compone de 'El espíritu del Páramo', 'La ruina del cielo' y 'El oscurecer'. Y como dice el propio Díez, Celama es “una geografía real, entre lo soñado y la sugerencia de lo que podría ser un pueblo de León, un territorio muy europeo”.
Otro territorio leonés ficcionado de gran importancia está recogido en 'Volverás a Región', de Juan Benet (1927-1993). Una novela que se ubica en algún lugar indeterminado del norte de León, próximo a la Cordillera Cantábrica, y que algunos han querido localizar cerca del río Porma.
Se puede recorrer la provincia entera saltando de libro en libro, conociendo el terruño y sus gentes
Pero también hay espacios leoneses que han inspirado a literatos y que ya no se pueden visitar de forma real. Son lugares sumergidos como Vegamián (bajo el pantano del Porma) o Riaño (bajo el pantano del mismo nombre). Dos de los grandes de la literatura leonesa, como son Julio Llamazares y José María Merino han evocado en diferentes obras estos espacios destruidos por la voracidad del hombre y del desarrollo.
Julio Llamazares ha evocado Vegamián en 'Retratos de bañista' o su más reciente 'Distintas formas de mirar el agua'. Explicaba Llamazares en El País que su sentimiento de pertenencia a Vegamián, inundado cuando era un niño, surgió en su treintena y ya viviendo fuera de León. Recuerda el escritor que “la novela es una novela, quiero decir, es una ficción, pero los escenarios no. O mejor, gracias a la ficción vuelven a vivir, como sucede a veces con las personas”. La leyenda de 'El caldero de oro' es la excusa de José María Merino para realiza un retrato sobre el desarraigo en la España rural ambientada en el desaparecido Riaño.
Lo cierto es que cada comarca leonesa tiene su reflejo en algún libro que nos invita a realizar un viaje por el mundo real, comprobando si sus paisajes se mantienen y si sus gentes se corresponden con la irrealidad literaria. Se puede ir desde 'La esfinge maragata' de Concha Espina (1869-1955) a La Cabrera de 'Antonio B el rojo' del vasco Ramiro Pinilla (1923-2014), pasar por la Omaña de 'Cuerda de Presos' o la 'Tierra mal bautizada. Un viaje por Tierra de Campos', ambos de Tomás Salvador (1921-1984), para finalizar, si se quiere, en el Páramo leonés de 'Libros de las memorias de las cosas' de Jesús Fernández Santos (1926-1988).
León es un territorio que inspira, y que puede, y debe, ser recorrido en la mente y en la realidad. Con libros como guías para un buen destino.
