Juan Carlos Mestre se adentra “en las ensoñaciones” de Antonio Pereira con el mural ‘Las ciudades del Poniente’
“Antonio Pereira vivió tal y como le gustaría ser recordado y escribió tal y como le gustaría haber vivido. Por eso esta obra se generó de manera autónoma y no supone una lectura plástica de la obra de Pereira, sino que es la entrada de uno de sus apasionados lectores en el territorio de una de sus ensoñaciones”. Con estas palabras definió hoy el poeta villafranquino Juan Carlos Mestre el mural ‘Las ciudades de Poniente’, que desde hoy se expone en la Casa Museo Antonio Pereira de la ciudad de León y que está acompañado de un documental con guion de Mario Obrero y música de Cuco Pérez.
“Espero que esta insumisa criatura encuentre plácida acogida fuera del hogar de la imaginación en la casa donde vivió el maestro Antonio Pereira y su compañera Úrsula”, apuntó hoy Juan Carlos Mestre, quien destacó del autor “el lenguaje de la poesía y la delicadeza que ayudó a toda una generación de poetas a encontrar un lugar más hermoso para estar en el mundo”.
El mural está realizado por el propio Mestre, a quien Joaquín Otero, director de la Fundación Antonio Pereira, calificó hoy como “el hijo literario” del escritor y poeta, así como “la persona que más y mejor y con mayor profundidad le conoció”. Por este motivo, la Fundación decidió encargarle hace un año la creación de un mural inspirado en la obra de Pereira y que Mestre donó para su ubicación en la Casa Museo del autor, comisariado por Antonio Gamoneda.
Para acompañarlo, el poeta Mario Obrero se comprometió a hacer un guion explicativo, que partió, según explicó “de las palabras del propio Pereira” que están “dispuestas y formuladas siguiendo la narrativa de su obra escrita y de la pictórica de Mestre”. El acordeonista, compositor y amigo de Pereira y Mestre, Cuco Pérez, fue el encargado de poner la música al mural.
También participó en la puesta de largo del mural el poeta Antonio Gamoneda, quien se mostró convencido de que ‘Las ciudades del Poniente’ “empezó hace casi cien años a pintarse, porque pudo haberlo hecho el propio Antonio Pereira”, a quien se refirió como “un espléndido narrador”, de manera que Mestre “habría tenido que trabajar más si no hubiera trabajado anteriormente Pereira, extraño príncipe villafranquino que nació Gil y Carrasco pero se mixturó con algún poeta maldito y luego vinieron los ángeles y pusieron algo en su cabeza”.
Para Gamoneda, ‘Las ciudades del Poniente’ “tiene una condición primaria que es la condición poética” y una condición visual que “por sí misma es narrativa” y que “va de los verdes germinales primarios en una explosión inicial de naturaleza que genera otras luces y otras formas figurativas”.
El poeta aprovechó la ocasión para proponer “la multiplicación posible y realista del mural” como “elemento generativo de otras visiones personales, múltiples, estéticas, poéticas, narrativas o no narrativas”, es decir, “en todos los género que inventen todos los académicos del mundo aplicables al mural”, siguiendo el “trabajo creador” de Mario Obrero como “elemento fundacional” para ello.