Exposición de imágenes de la Guerra Civil en Ponferrada
La exposición 'España frente a frente', con imágenes los fotógrafos Kati Horna y Albert Louis Deschamps, muestra la particular y complementaria visión que ambos autores tuvieron de la Guerra Civil Española y que puede visitarse desde mañana y hasta el próximo 24 de noviembre en el Museo del Bierzo y en el Campus de Ponferrada. La muestra se complementa con la proyección de la 'Trilogía de la memoria', formada por los documentales 'El hombre que murió dos veces', 'La escuela fusilada' y 'Los otros Guernicas'.
Se trata de una exposición que, según destacó la presidenta del Instituto de Estudios Bercianos (IEB) es fruto de la colaboración de “muchas instituciones”, ya que respaldada por el Ministerio de Cultura llega a Ponferrada de la mano de la Junta y con la colaboración del IEB, el Ayuntamiento y la Universidad de León. Así, las fotografias de Horna y las proyecciones tendrán lugar en el Museo del Bierzo, mientras que las imágenes de Deschamps podrán verse en la sala del Campus.
El concejal de Cultura, Santiago Macías, destacó el “simbolismo” que supone la llegada de esta muestra a la capital berciana por ser la ciudad donde nació Vicente Nieto, uno de los fotógrafos de referencia en la temática de la Guerra Civil, su papel en el trabajo por recueperar la memoria histórica y porque una de las sedes que acogerán estas imágenes es el Museo del Bierzo, “un espacio que tuvo su protagonismo trágico como antigua cárcel”.
Por su parte, el director de los Museos de Ponferrada, Javier García Bueso, destacó que es difícil de comprender la visión de ambos fotógrafos de forma separada porque se complementan. Así, recordó que la fotógrafa húngara Kati Horna vino a España para tomar imágenes con el encargo de que sirviera para el aparato propagandístico exterior de los republicanos. Un importante fondo fotográfico que fue adquirido por el Ministerio de Cultura en 1979, tras el ofrecimiento realizado por la propia fotógrafa.
Para Bueso destaca no sólo el aspecto técnico, con unos encuadres diferentes que tienden a descentrar el motivo principal de atención, sino una mirada “especialmente” singular de la contienda y al margen de la fotografía convencional de guerra, que tendía a mostrar “los momentos más álgidos de la batalla, rodeándolos de cierta aura de heroísmo y mitificación”.
Ella escapaba de esta imagen, que sustituye por la visión del antes y el después de esos momentos, prestando mucha atención al retrato. Así, se contrapone a la visión de Deschamps que respeta los parámetros más convencionales. “Son dos visiones diferentes y complementarias”, insistió Bueso.
