El Edificio Botines de Gaudí abrirá por fin sus puertas a la visita de leoneses y turistas
La Fundación España-Duero (FED), heredera de la actividad de las antiguas obras sociales de Caja España y Caja Duero, ha presentado este lunes el inicio de su actividad tras su nacimiento el mes de julio de 2016 y un tiempo de “poner en orden” la actividad de la fundación, que es de derecho privado pero cuyos patronos son nombrados por instituciones públicas de Castilla y León.
Su presidente, el exrector de la Universidad de León José Ángel Hermida, ha presentado en sociedad formalmente la fundación, que inicia su actividad tomando posesión formal de uno de sus principales activos, el Edificio Botines de Gaudí en la capital leonesa, su sede oficial. Y ahí radica la principal novedad, este histórico edificio abrirá por fin sus puertas a los ciudadanos para que puedan visitarlo tras ser primero viviendas y almacén comercial y luego sede de CajaLeón y de Caja España. Desde la inauguración de la exposición ''El León de Gaudí', para conmemorar los 125 años de su construcción, se podrá visitar el histórico edificio de forma gratuita hasta el 31 de marzo. A partir de ahí se cobrará una entrada para el acceso de visitantes, un coste que de momento no se ha querido confirmar pero que podría ascender a seis euros según ha conocido este periódico.
Esta será una de las primeras medidas de la nueva Fundación España Duero, que hoy además dio a conocer su nueva imagen basada en un logotipo “simple” que pretende transmitir una imagen “única para todas las zonas de influencia de Castilla y León”. La FED cuenta con inmuebles y desarrolla actividades culturales en León, Zamora, Salamanca, Cáceres, Valladolid, Soria y Palencia, lo que constituye el lugar de acción de la fundación.
Heredera de la anterior Obra Social de Caja España-Duero, esta fundación es de carácter privado y “no es bancaria”, según apostilló Hermida, lo que quiere decir que no obtiene ningún tipo dividendo procedente de la entidad bancaria. Además, el patronato, que está compuesto por diez miembros, está nombrado por los ayuntamientos y diputaciones, y al tener carácter privado, la mayor misión de la fundación pasa por gestionar el “ingente” patrimonio del que dispone, y que está valorado en unos 55 millones de euros.
Dentro de estas pertenencias se encuentran dos edificios catalogados como Bien de Interés Cultural (BIC), como son el propio edificio de Botines y el Palacio de los Águila en Ciudad Rodrigo (Salamanca), así como cerca de 130 inmuebles y residencias medioambientales. También cuenta con una enorme cantidad de obras de arte, se calcula que más de 3.000, que forman parte de los fondos de la fundación, que se encuentran “perfectamente catalogados”.
Igualmente se centrará en la realización de acciones sociales tanto en colegios como residencias de ancianos, en llegar a cabo una “ingente” labor cultural y en la gestión del Monte de Piedad sito en Valladolid, León y Salamanca.
Dado su carácter privado, la FED no descarta recibir otros patrocinios para poder mantener su funcionamiento, que se calcula que supera los dos millones de euros anuales, y aunque Hermida aseguró que las relaciones con el banco EspañaDuero son “muy buenas” y se está intentando que pueda colaborar en la fundación, por el momento “no nos hemos puesto a escribir un convenio de colaboración” aunque auguró que “es hacia lo que tenderemos ambos”, dijo.
Tampoco se han cerrado las puertas a una posible colaboración o fusión con otras fundaciones con origen similar como la Fundación CajaDuero o la Fundación Monteleón, aunque Hermida apostilló que ahora mismo se está trabajando “en poner al día nuestra propia fundación” y las posibles relaciones con otras entidades similares se podrán abordar “cuando tengamos la situación económica independiente”, concluyó.
