Concha Velasco ejerce hoy su magisterio actoral en el Auditorio

Imagen de Javier Nadal.

“He dirigido ya mas de un centenar de obras pero 'Olivia y Eugenio' es la que siempre permanecerá más cerca de mi corazón”. Así se expresa José Carlos Plaza, uno de los más afamados directores teatrales de este país, a propósito del montaje que hoy visita el Auditorio de León y cuenta con el concurso de Concha Velasco. La queridísima y popular actriz vallisoletana, a la que avalan una trayectoria realmente ejemplar y repleta de toda clase de referencias y una suma importante de premios y galardones, encarna a Olivia, una viuda de posición económica desahogada propietaria de una galería de arte que convive con Eugenio, su hijo con síndrome de Down. Ella ha tomado una importante decisión y durante la cena que ambos comparten, quizás la última, hace un repaso a una vida plagada de detalles,como el matrimonio infeliz que sufrió, la luminosa relación con Eugenio u otras cuestiones que aproximan al espectador con la realidad de una mujer ya madura a punto de tirar la toalla a la que la terquedad, la alegría y las ganas de vida de su hijo obligan a hacerse un replanteamiento de todo.

El peruano Herbert Morote, autor de la exitosa 'El Guía del Hermitage', ha ideado un texto a través del cual los dos protagonistas “enfrentan una situación extrema donde se cuestionan valores que surgen en tiempo de crisis”, ha escrito el dramaturgo. “La tragedia se acerca irremediablemente a Olivia, que rememora su pasado haciendo un sincero ajuste de cuentas con su marido, madre, amistades, médicos, y con todos aquellos que presumen de ser normales, como políticos, profesionales y deportistas con éxito. Sobre ellos Olivia se plantea si son más normales que su hijo Eugenio, un joven con síndrome de Down. Finalmente, ¿quién es normal en esta vida?”. Sin duda, alguna se trata de una obra que hace alusión a la tragedia sin cargar las tintas sobre ella “no la dramatiza ni la melodramatiza con discursos sentimentaloides” gracias a la presencia de un Eugenio que, con su mirada, da un aire singular a la obra. “Un ser entrañable –de esos que calificamos con horrendos y equívocos epítetos para diferenciarlos de nosotros los patéticos normales. Uno ser marginado socialmente, uno de esos seres que hemos decidido que estén aparte, nos da una lección de vida. Nos muestra donde está la autentica realidad, los auténticos valores, la vida auténtica”, comenta José Carlos Plaza a propósito de la contribución de Eugenio, interpretado indistintamente por Hugo Aritmendiz o Rodrigo Raimondi. “Hay obras de teatro que me producen admiración, otras sonrisas incluso carcajadas, otras penas o preocupación, las menos reflexión pero las hay que desde las primeras palabras simplemente te encogen el corazón, y no te sueltan hasta el último momento. Esto me ocurrió con 'Olivia y Eugenio'. Una realidad dura y especifica, aparentemente inexorable, conduce la obra . Pero esas cualidades que hoy tenemos tan abandonadas como la ternura, la fe en nosotros mismos, la inmensidad del amor a la vida, la ingenuidad, la inocencia, la alegría de sentirse vivos y tantas y tantas otras, cambian esa realidad y nos muestran que siempre hay otros caminos, que el hombre es dueño de su propio destino digan lo que digan las circunstancias, los agoreros oficialistas y los erigidos como presbíteros incuestionables que tantas veces nos ciegan y nos impiden ver lo quees precisamente, la gran aventura de la vida”, concluye el director.

Página web de la obra

http://pentacion.com/obras-en-cartel/olivia-y-eugenio/

Tráiler de la obra

Lugar: Auditorio de León. A las 21 horas

Día: 3 de marzo de 2016

Entradas: 15 euros

Etiquetas
stats