Carretillos de libros ya son libres para nutrir la cultura de Astorga
Una original iniciativa vecinal de 'liberación' de ejemplares en el Día del Libro dejó atónitos a cientos de personas en Astoga este fin de semana al ver pasar miles de ellos pujados en carretillos de obra desde el barrio donde partió la acción hasta el centro de la ciudad.
Todo surgió de la mano y la cabeza de los muembros de la Asociación de Vecinos Los Arrieros de los barrios de San Andrés y Santa Clara, que movilizaron más de 70 carretillos con los que niñas y niños y niñas, jóvenes y mayores se encargaron de suministrar cultura gratuita en forma de libros hasta hasta la Plaza Mayor de la capital magarata.
Ni la previsión de lluvia de Aemet, ni los nubarrones con los que amaneció el domingo de Astorga, quitaron las ganas de vivir de una forma sorprendente el Día del Libro. Resultó una heróica iniciativa, de los voluntarios que pujaron los carretillos y de los agerridos pendoneros que lucharon contra el aire desde la plaza de la iglesia de San Andrés hasta el centro de la ciudad, llevando la enseña concejil del barrio. Tampoco arrendaron los augurios de lluvia a los niños y niñas que portaron las pancartas, ni a los integrantes del grupo de castañuelas de la asociación ni a los miembros del grupo Aires de Pedrales que acompañaron con música tradicional el inusual desfile.
En la Plaza Mayor, el presidente de la asociación, Fernando López Blanco, se rodeó de los más pequeños de los carretilleros, para contarles que el medio de transporte en el que viajaron las novelas, ensayos, cuentos... Es todo un homenaje que 'Los Arrieros' rinde desde hace una década a los labradores del barrio, los cuales siempre subían en sus carretillos las verduras y frutas al mercado de los martes. Fernando López se lo contó a los niños y niñas porque “son el futuro” y les pidió que sigan haciendo siempre esta actividad.
Después de recordar los aniversarios de este 2023 relacionados con la literatura, como el nacimiento hace 150 años del escritor Azorín o el 250 aniversario de la muerte de Molière, el numeroso público congregado en la Plaza Mayor comenzó a liberar los libros, cada cual llevándoselos según sus gustos.
La fiesta de los libros libres de 'Los Arrieros' fue sido posible al trabajo de los asociados y de la nueva directiva de la asociación que vuelve a presidir Fernando López Blanco, un 'currante' del asociacionismo vecinal que vuelve a tomar las riendas para dar un nuevo empuje al colectivo después de los años marcados por la pandemia. El éxito de los carretillos de libros libres lo demostró.
