Arranca el congreso sobre Gil y Carrasco
El Congreso Internacional 'Enrique Gil y Carrasco y el Romanticismo' afronta hoy su primera jornada de ponencias y conferencias con su inauguración oficial, coincidiendo con el día exacto del 200 aniversario del nacimiento del escritor y en su pueblo natal, Villafranca del Bierzo. “Va a suponer una actualización de los estudios de Gil y Carrasco y tendrá también una proyección universitaria, que es necesario para que entre dentro de la intelectualidad del campo académico y llegue a los alumnos, en una especie de reciprocidad, en los colegios e institutos, que se estudie y analice la obra de Gil y Carrasco”, señaló el director del congreso, Enrique Rubio.
Precisamente, Rubio fue el encargado de abrir las intervenciones de esa primera sesión que, bajo el título 'Enrique Gil y el Romanticismo', ofrece una primera perspectiva sobre el autor berciano. El presidente del congreso leyó el texto de Jean-Louis Picoche, hispanista francés que arrojó luz sobre la vida y obra de Gil y Carrasco con la elaboración de su tesis doctoral en los años 70.
“Es una especie de recuerdo de su época de profesor, una semblanza breve de lo que representa el romanticismo y como afronta un profesor, un hispanista como es Picoche, desde su perspectiva y como engarza la obra y vida de Gil y Carrasco dentro del romanticismo que es un fenómeno europeo”, explicó Enrique Rubio, que recordó que el profesor no ha podido asistir a este encuentro por problemas de salud. “Aunque no pueda estar físicamente, está aquí con nosotros de corazón”, apostilló.
El presidente emplaza al final del congreso para ver todas la intervenciones que se recogerán en un “volumen colectivo”, con aportaciones de unas 30 personas, que serán las actas para comprobar “si se han descubierto algunos inéditos o de qué forma se ha podido analizar desde una óptica o perspectiva nueva la poesía, la crítica teatral o la novela”. “Hay que esperar los resultados del congreso pero, desde luego, las bases son excelentes con especialistas en el siglo XIX y el Romanticismo de diversas universidades, tanto españolas como extranjeras”, recalcó.
La inauguración contó también con la asistencia del alcalde de Villafranca, José Manuel Pereira, y el nuevo presidente del Consejo Comarcal, Gerardo Álvarez Courel, que destacó el trabajo realizado por su antecesor, el popular Alfonso Arias, para que esta institución comarcal capitaneara la celebración del llamado 'Año Romantico'.
También pasó por el teatro villafranquino uno de los descendientes del Gil y Carrasco, su sobrino-biznieto Jaime Gil Robles, que dio las gracias a la comunidad científica y a todas esas personas “que desinteresadamente han estudiado durante tanto tiempo su figura”. “Conservamos sobre todo el honor de pertenecer a la familia; de todo lo que pudiera ser su legado, lamentablemente, no conservamos nada porque son varios siglos de diferencia y todo ese legado no está en la familia”, añadió Gil Robles.
Una carta de Espronceda
En la segunda sesión 'La poesía de Enrique Gil y Carrasco', ya por la tarde, el miembro de la Real Academia Galega, Héctor Silveiro, presentará en su conferencia, que lleva por título 'El amigo villafranquino de Enrique Gil', una carta hasta ahora desconocida de José de Espronceda al romántico berciano. “Es una carta muy emotiva, de amigo a amigo, muy íntima en algunas partes y, en otras, más literaria”, explicó.
En esta línea, Silveiro recalcó que todavía hay que descubrir a Gil y Carrasco y que “aún tiene muchas lagunas”, entre las que está “el desapego que tenía con Villafranca del Bierzo”. Su localidad natal no aparece en 'El Señor de Bembibre' pero, puntualiza el experto, en el mismo año en el que el autor estaba acabando de escribir esa novela también formaba parte como socio fundador de la sociedad que fundaba el Teatro Villafranquino en 1843.
“Es socio fundador de este teatro y era un acto más de reivindicaciones de lo que se llamaba Provincia del Bierzo, por tanto Gil y Carrasco tiene otra dimensión que está por descubrirse”, apostilló Silveiro, que añadió que el escritor tenía muchos amigos en Villafranca y que “esos amigos tenían correspondencia, entre ellas, una carta que descubrimos de casualidad de Espronceda, su amigo íntimo que le descubre en Madrid, a Gil”.