Sanidad vacunará a niños frente al virus del papiloma humano desde enero de 2023 y incluirá a los pequeños en la gripe
El consejero de Sanidad de la Junta de Castilla y León, Alejandro Vázquez, ha anunciado que su departamento prevé comenzar en enero de 2023 con la vacunación frente frente al virus del papiloma humano (VPH) en niños además de en niñas, una vez que la Comisión de Salud Pública la aprobara este jueves, así como la inoculación frente a la gripe para los más pequeños en la campaña del año que viene, es decir, a partir de otoño.
Ahora, el siguiente paso es llevar esta medida al pleno del Consejo Ïnterterritorial. “Estamos muy satisfechos porque coincide con lo que abordamos nosotros”, defendió Vázquez, quien argumentó que tanto la vacunación de la gripe como la del papiloma en niños varones “coinciden con la manera de enfocar el calendario vacunal”, tal y como anunció durante la inauguración del I Congreso Internacional de Afrontamiento Activo del Dolor Crónico que se celebra hoy y mañana en el Centro Cultural Miguel Delibes de Valladolid.
Castilla y León se uniría de esta forma a Cataluña, que se ha lanzado y ha dado el primer paso para incluir esta vacuna el próximo curso, 2022-2023, para los niños de sexto de Primaria, que son los que tienen entre once y doce años. La razón es proteger a los varones -el virus puede causarles cáncer anal, oreofaríngeo y de pene-, pero además también reduce el desarrollo de la enfermedad en las niñas en cerca de un 30 por ciento.
A día de hoy, las tasas de vacunación del virus del papiloma humano (VPH), que es el que causa cáncer de cuello de útero, han caído año a año desde que a principios de 2019, la Consejería de Sanidad decidiera sacar de los colegios los programas de captación de las niñas y continuar con la medida, pero de manera sistemática, como ocurre con el resto de vacunas.
En 2008, el seguimiento llegó al 97,57 por ciento, cuando en aquel momento se administraban tres dosis. Al cierre de 2021 fue del 78,67 por ciento, algo que no se puede achacar al COVID-19, ya que en el año de explosión de la pandemia, 2020, se alcanzaron coberturas del 86,56 por ciento. En 2019, cuando la campaña abandonó los centros educativos, el dato cayó ya al 88,03 por ciento, cifras que no se habían alcanzado en ninguno de los ejercicios precedentes.
Este virus suele adquirirse por transmisión sexual y presenta mayor tasa entre población joven, en especial entre las edades de inicio de las relaciones sexuales, entre los 15 y los 25 años, y su prevalencia aumenta a mayor cantidad de parejas. En un principio la vacuna nació dirigida a las niñas. Hoy, la caída de las coberturas pueden achacarse al olvido de los progenitores más que a la desconfianza, ya que se produce en un contexto de demanda de estos sueros para los niños de la misma edad.