La Junta destaca el verano de 2018 como “la mejor campaña en superficie quemada de los últimos 30 años”
El consejero de Fomento y Medio Ambiente, el leonés Juan Carlos Suárez-Quiñones, destacó hoy en Ponferrada que los pocos incendios registrados durante el pasado verano dan pie a considerar la actual como “la mejor campaña en superficie quemada de los últimos 30 años”. Huyendo de “triunfalismos”, el consejero, que esta tarde comparecerá en las Cortes para hacer balance de la campaña de incendios, calificó el periodo de “año de muy buenos resultados”.
Al respecto, Suárez-Quiñones, que clausuró en la capital berciana la jornada que el diario digital InfoBierzo dedicó a las nuevas tecnologías y la comunicación, destacó el papel de estas nuevas herramientas en la lucha contra los incendios, como ya se hace con las cámaras de videovigilancia forestal o con el avión no tripulado que sobrevuela los montes de la comarca gracias al convenio entre la Junta y el Ejército. “Se trata de compatibilizar la vigilancia del personal forestal con el uso de las nuevas tecnologías”, resumió el consejero.
En esa línea, Suárez-Quiñones avanzó que ya se está acometiendo la contratación de la segunda fase de la instalación de cámaras, con un presupuesto de más de 400.000 euros. Según explicó, una vez instaladas las 20 cámaras previstas, el sistema completo cubrirá el 80 por ciento de la superficie forestal del Bierzo, en un sistema que ya ha comportado “éxitos importantes” en provincias como Zamora y Soria, donde los incendios se han reducido considerablemente.
Además, la labor de vigilancia de las cámaras no sólo permite la identificación del pirómano, destacó el consejero, sino que ayuda a que se produzca una “detección inmediata del fuego”. Esta particularidad, unida a la rápida actuación de los efectivos, supuso que más del 70 por ciento de los incendios registrados en la última campaña quedaran como conatos, con menos de una hectárea de superficie quemada.
La situación en el Bierzo
En el ámbito local, el consejero admitió que la comarca registró “incendios y destrucción del medio natural pero en unas cifras pequeñas”, gracias a un año meteorológico “extraño”, en el que el frío y la humedad provocaron un descenso en el número de incendios. “No vamos a echar las campanas al vuelo”, aseguró Suárez-Quiñones, que consideró que la “concienciación” también ha jugado un papel importante en este descenso.
“El aprovechamiento de un monte sano y verde es el futuro, los incendios son empobrecimiento y atraso”, valoró el consejero, que calificó la actual campaña de “extraordinaria” en comparación con la de 2017, cuando el Bierzo acumuló la mitad de la superficie quemada en toda la Comunidad.
Acopio de biomasa para la planta de Forestalia
Igualmente, valoró la buena marcha del plan piloto del que participan cinco ayuntamientos del Bierzo Oeste para “luchar contra los incendios desde la óptica de la productividad de los montes”. “Allí donde se genera una actividad económica, hay más cuidado a la hora de quemar el monte”, explicó el consejero, que confió en que el programa pueda exportarse a toda la superficie comarcal y al resto de la Comunidad.
Además, Suárez-Quiñones consideró que el 2019 será un año importante para el acopio de biomasa en la comarca, debido a que la planta de producción de energía proyectada por la empresa Forestalia entrará en funcionamiento en febrero de 2020. Según el consejero, las entre 60.000 y 70.000 toneladas que deberán acumularse serán capaces de “generar una nueva actividad empresarial para la comarca”, un extremo del que también se aprovechará la red de calor proyectada en Ponferrada.
En su comparecencia esta tarde en las Cortes de Castilla y León, el consejero recordó que desde el año 1984 solo se había estado por debajo de las 10.000 hectáreas en cuatro ocasiones: en 2007, con 5.631 hectáreas; en 2010, cuando se quemaron 8.845 hectáreas; en 2016, con 8.899 hectáreas; y ahora el 2018, donde en lo que se refiere a las hectáreas arboladas, este año se vieron afectadas un total de 454 hectáreas, es decir, un 91 por ciento menos que la media del decenio, que fue de 5.007 hectáeas.
“Es el año con menor superficie arbolada quemada junto a 2007”, precisó, cuando fueron 450 las hectáreas afectadas. Esto significa también que se han quemado un nueve por ciento de la media del decenio, y menos de la mitad del siguiente mejor año, que fue 2014, cuando ardieron 1.081 hectáreas.
Dos de nivel 2, uno en el Curueño
Igualmente se ha registrado un descenso en el número de incendios durante todos los meses del año, en especial durante marzo, que suele ser el periodo en el que se registran más fuegos. En esta ocasión, en este mes se contabilizaron 37 fuegos, cuando la media del decenio asciende a los 300; mientras que los meses de julio y agosto también estuvieron muy por debajo de la media del decenio.
Desde principios de año solo se produjeron ocho activaciones de niveles del Infocal frente a la media de 40 de años anteriores. En concreto, se materializaron dos activaciones del nivel 2, en Santa Colomba de Curueño (León)en el mes de mayo -que ha sido el único gran incendio forestal de este año con una superficie afectada de más de 500 hectáreas-, y otro registrado de forma simultánea en Navaluenga y Casavieja, en la provincia de Ávila.
Agentes forestales
En cuanto a la situación de los agentes forestales, el consejero avanzó que la nueva relación de puestos de trabajo (RPT) de la Junta prevé la creación de nuevas plazas en un servicio del que ya forman parte más de 800 personas. Suárez-Quiñones valoró la “labor comprometida” de estos profesionales, así como la mejora en cuanto a vehículos, equipamientos de seguridad o tecnología de localización puesta en marcha en los últimos años.
Por territorios, el consejero reconoció que la zona oeste de Castilla y León y también la provincia de Ávila siguen albergando la mayor parte de la siniestralidad forestal de la Comunidad, ya que en estas zonas se han registrado este año el 75 por ciento de los casos y ha aglutinado el 95 por ciento de la superficie arbolada afectada.