La Junta aplica su reforma sanitaria y los consultorios médicos rurales no atenderán sin cita previa

Un médico de familia en un consultorio local rural de la Comunidad. / Leticia Pérez / ICAL

C.J. Domínguez 7 ICAL

Cuando la pandemia llega a su punto bajo, la Junta de Castilla y León cree llegado el momento de aplicar, de facto, una completa reforma sanitaria en la Comunidad que afectará de lleno a cómo se piden las citas y se atiende a los pacientes en la sanidad pública a partir de ahora y para siempre, aprovechando la era covid.

El nuevo modelo, presentado hoy por la consejera de Sanidad, Verónica Casado, lleva insistentemente las palabras “modernización” y “mejora” y una de las novedades es que aplicará la discutidísima reforma del sistema, al menos en Atención Primaria, que ya había levantado ampollas antes de la crisis de la covid, allá por el otoño de 2019.

En concreto, Casado confirmó hoy que en el caso de los consultorios médicos de los pueblos, ningún paciente rural podrá ya ir libremente a visitar a su médico el día que pasaba consulta sino que será “absolutamente necesario”, remarcó, contar con una cita previa.

Era uno de los aspectos más contestados del llamado “Nuevo modelo de asistencia sanitaria en el medio rural” que en 2019 se enmarco “dentro del Plan de Relanzamiento de la Atención Primaria”. Tanta contestación tuvo esta remodelación que Sanidad propuso un plan piloto que llamó Plan Aliste y que probaría en la comarca de ese nombre, la cual la pandemia no dejó desarrollar pero ahora entrará en funcionamiento de manera definitiva.

Dentro del nuevo sistema anunciado hoy para mejorar la canalización de las citas a demanda en Atención Primaria a través de las unidades administrativas y de los sistemas de citación por canales automáticos (app Sacyl Conecta, cita previa web en el Portal de Salud o llamadas para cita automatizada interactiva), que como principal novedad dará a elegir al usuario si quiere atención presencial o telefónica en su centro de salud, es decir, “a demanda del pacuente”.

“Se trata”, defiende la Junta, “de optimizar la accesibilidad a las consultas y ofrecer por tanto una mejor atención a los ciudadanos que solicitan ver tanto al profesional de Medicina de Familia como al de Enfermería, Pediatría, Fisioterapia o Matronas.

Pero tiene letra pequeña: el paciente sólo podrá elegir que sea presencial la consulta con su médico una de cada dos veces, al 50%, es decir, no podrán ser dos presenciales ni tampoco se supone que dos teléfonicas, tal y como explicó la doctora Elvira Callejo, directora técnico de Atención Primaria, quien insistió en que hay que tratar de evitar aglomeraciones físicas en los centros médicos.

Todas estas novedades, aclararon, comenzarán a ponerse en marcha en esta última semana de mayo y a desarrollarse a partir de esa fecha. Y significará que se amplía del 30% las consultas presenciales al 50%, con el fin de atender el “pequeño número” que según la Consejería no se atiende de forma presencial.

Verónica Casado destacó que se trabaja en la modernización de la organización para hacerla “más resolutiva y eficaz”, y reivindicó el papel de la Atención Primaria como eje central del sistema sanitario, porque en su opinión ha amortiguado el impacto del coronavirus sobre la atención hospitalaria, al tiempo que ha continuado atendiendo otros problemas de salud.

En este sentido, la consejera de Sanidad ha insistido en que en Castilla y León no ha dejado de hacerse atención presencial en ningún momento, “ni en los más duros ni en las desescaladas, siempre con el filtro previo, como parece lógico, de una consulta previa telefónica para que el profesional pudiera valorar cada caso antes de citar al paciente”.

Callejo recomendó un uso adecuado de la consulta presencial, para evitar utilizarlas para problemas que puedan ser resueltos de forma no presencial, y sobre las telefónicas recordó que el número de consultas ha aumentado en estos mestos al ser “más accesible” a la población, ya que consideró que en la Consejería tienen la percepción de que se consultan motivos que en otras circunstancias no se habría hecho. Eso sí, indicó que no se debe pedir cita presencial o acudir a centro de salud si los síntomas son sospechosos de infección por covid.

Casos no presenciales

Además, señaló que las consultas no presenciales, por su utilidad, pueden servir para recoger resultados de pruebas, de una interconsulta en el medio hospitalario, dudas sobre la medicación, los cuidados, las recetas o la solicitud informes, justificantes, transporte sanitario o llamadas de seguimiento, si se ha pactado eso con los profesionales.

La presencial indicó que debe utilizarse para un problema de salud nuevo, un agravamiento, la descompensación o para actuar sobre la persona, como pueden ser las curas, los inyectables o el procedimiento. También se recomienda cuando existan dificultades de comunicación por la vía telefónica y cuando el profesional decida que es mejor esta opción.

'Cribado' previo en Urgencias de centro de salud

Este nuevo modelo partió de un estudio, elaborado, dijeron, mediante encuestas en verano de 2020 a 600 personas entre médicos y pacientes, que permitió crear unos grupos de trabajo en marzo de este año. De esta forma, se define el tiempo de la consulta médica y de enfermería a demanda en función del cupo, el número de núcleos, las distancias o la existencia de residencias sociosanitaria. Además, se contemplan otras consultas concertadas en el centro, telefónicas o en domicilios para otras actividades.

Además, se ha protocolizado que en todos los centros de salud urbanos, las personas que acudan solicitando atención urgente serán valoradas en la consulta denominada de 'Gestión de la Demanda no Demorable', de manera que cada centro definirá cómo se realiza esta atención, ya que no siempre serán urgencias médicas.

Protocolo

El protocolo aprobado por la Consejería de Sanidad establece que en todos los equipos de Atención Primaria se crearán agendas con huecos ofertados a demanda del paciente. Así, la agenda de los médicos de Familia ofrecerá huecos a demanda del paciente durante una serie de horas que estará en función de su cupo asignado, municipios que atienda y presión asistencial media.

El número de huecos a demanda que oferte la agenda diaria de cada profesional estará en relación con su presión asistencial media, no superando los 34 pacientes en condiciones ordinarias. Eso sí, dicha cifra se podría incrementar en un 10-20 % en situaciones de necesidad y para evitar demoras (cobertura de ausencias, aumento puntual de demanda en épocas de gripe, por ejemplo).

El resto de la jornada laboral será para la realización de las consultas programadas que haya planificado cada profesional, así como otras actividades docentes, de investigación y reuniones de equipo.

En cuanto a la agenda de la enfermera de Familia, se advierte en primer lugar que el tiempo a determinar para cada hueco es variable por la diversidad de procedimientos realizados por enfermería. En el caso de la demanda se plantea como adecuado ofertar huecos de siete u ocho minutos, ya que aquellos que pueden requerir mayor tiempo de asistencia serán en su mayoría concertados por el profesional.

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