Vinos Guerra, vuelta a las raíces
Vinos Guerra inicia “una vuelta a los orígenes”, como ha explicado el director de Vinos del Bierzo Cooperativa de Cacabelos, Pablo Franco. La mítica marca de vinos del Bierzo, unida a Vinos del Bierzo Sociedad Cooperativa, cambia su imagen -ahora alusivas a herramientas de la vendimia como tijeras de podar, navajas, arado, azada o prensa- y hasta la elaboración para refundarse mirando a lo mejor de la esencia de Bodegas Guerra.
El vino, trabajado por el enólogo Miguel de Paz, tiene ahora una nueva gama que sólo se encuentra en restaurantes, algunos bares del Bierzo y tiendas gourmet. Se trata de un tinto joven, un roble de cuatro meses, un crianza (aún sin comercializar), rosado de mencía, godello y un compuesto blanco con la uva Doña Blanca. De ellas se producirán un total de 300.000 botellas con las que Vinos Guerra inicia nueva etapa “como una bodega autónoma dentro de la Cooperativa” que “tomará sus decisiones de comercialización y de producción”, a semejanza de otros proyectos en España que “supieron tomar esta decisión antes”.
Estos vinos de alta gama acompañarán al Guerra clásico -godello, tinto y rosado- que se encuentra a la venta en el canal de gran distribución.
Con este nuevo planteamiento, los responsables de Vinos Guerra han querido rescatar los objetivos de la Bodega Guerra, fundada en 1879 en Cacabelos por el industrial farmacéutico Antonio Guerra, y que en 1963 pasó a integrarse como marca a la Cooperativa. Una bodega que llegó a contar con gran proyección nacional -contó con un cartelón cercano al afamado de Tío Pepe en el centro de Madrid- y en países como México o Cuba.
En la presentación, para remarcar la vuelta a los orígenes, las nuevas 'composiciones' de Armas de Guerra, se acompañaron de la 'tatarabuela', la botella más antigua que se conserva de Bodegas Guerra, de 1929.
