Valdepiélago se despide de don Benito, el párroco emérito de la localidad

El que fuera párroco del Ayuntamiento de Valdepiélago Benito González González, don Benito, ha fallecido y ha sido enterrado hoy a las cinco de la tarde en Sopeña de Curueño, su pueblo natal, según informan los vecinos de la localidad en un correo electrónico enviado a los medios de comunicación leoneses.

“Don Benito siempre estuvo a disposición de todo el que le necesitara. Fue el último sacerdote de este ayuntamiento con residencia fija en la casa sacerdotal; y, aunque pasó sus últimos años de jubilación en la residencia sacerdotal del centro de León, nunca le olvidaron. Tan es así, que le pusieron su nombre a la calle donde él vivió en Valdepiélago”, explican.

“Jamás se le recuerda una mala palabra contra nadie, aunque alguno interpretase mal su sana curiosidad: si sabía que tenías un problema, no paraba de preguntar una y otra vez, con la única intención de ver lo equivocado que estabas. Y el romper el caparazón, duele”, alaban sobre su labor como sacerdote.

“Don Benito, con su carácter bondadoso, dejó una gran huella. Y no solo en su gente. Él solo, con el sueldo mínimo interprofesional, tuvo que hacer frente también del patrimonio de su parroquia. Muchos le hemos visto, con su camisa gris remangada, poniendo cemento en la piedra que el hielo invernal había roto, colocando enchufes, o tratando con anticarcoma alguna talla antigua de la que ningún estamento quería responsabilizarse. Eran otros tiempos, sí. Pero él forma ya parte de nuestra historia, como los pendones de nuestras iglesias”, le reconocen desde Valdepiélago.

Los vecinos reclaman “que se tenga en cuenta su labor”, y quieren hacer llegar “el agradecimiento de sus parroquianos” a su familia.