Triste adiós a la tradición de trenzar cestas en el Húmedo
Todo el mundo sabe dónde ir a comprar una cesta de mimbre en León, hecha a mano, trenzada como se hacía antiguamente, pero muchos se llevarán una amarga sorpresa al descubrir los carteles de 'se alquila' y 'liquidación' por cese de negocio.
Un oficio más cae en saco roto, una de las artes más antiguas que se ha visto superada por los tiempos, por otros productos low cost que parecen similares y por clientes que se olvidan del significado de lo artesano, en este caso del oficio del canastero o cestero, de la posibilidad de la reparación de algo tan natural como una cesta de mimbre.
Porque es cierto que en muchas ocasiones sale más barato tirar y comprar de nuevo, pero el precio que se paga va mucho más allá, acabando con la pequeña economía de establecimientos de siempre, que no pueden hacer frente a los gastos de nuevos alquileres, o a la competencia de productos de muy bajo precio. O simplemente no encuentran a nadie que quiera continuar con el oficio.
Y tampoco se trata sólo de la nostalgia, sino de los secretos de la especialización, de la experiencia, de la dedicación y los resultados en objetos manufacturados con el mimo de las manos que han aprendido un oficio desde que la memoria les alcanza, que lo han heredado.
Cestería Álvarez, fundada en 1848
La Cestería Álvarez fue fundada en León en el año 1848, tal y como homenajea una placa en su fachada, que tristemente se ve acompañada por el cartel de 'Vende' más el número de teléfono de una inmobiliaria.
Esta pequeña cestería vendía todo tipo de objetos construidos con mimbre, y alguno de madera en la calle Escalerilla, número 2.
Cestería Velasco, una liquidación sin marcha atrás
En el caso de la Cestería Velasco, sita muy cercana a la anterior, en la calle Ramiro III número 1, el futuro tampoco augura buenas noticias. A pesar de que la dueña ha declinado realizar declaraciones a este periódico, un gran cartel de 'liquidación total' anuncia el cierre próximo de la actividad.
Adiós a las sillitas de madera con asiento de mimbre, a las mesitas, cestas y banquetas. Adiós a comprar productos trenzados con las ramas flexibles de las mimbreras en el corazón del Húmedo. Contradictoriamente el negocio que fabrica productos duraderos y resistentes al paso del tiempo, es ya efímero y débil en nuestro presente.
