'El sexo, el género y todo lo demás: ¿un mandato biológico o una construcción social?'

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Este jueves, día 28 de enero, tendrá lugar en Cepteco la cuarta charla-coloquio gratuita dentro del ciclo 'Por el bienestar emocional' que desarrolla este centro desde el pasado año y que se ampliarán hasta junio de este año. El título de la charla es 'El sexo, el género y todo lo demás: ¿un mandato biológico o una construcción social?' En esta ocasión será impartida por el antropólogo social y cultural, D. José Manuel Diez Alonso, a quien entrevistamos:

¿De qué se ocupa la antropología social y cultural? En concreto, ¿qué hacen los antropólogos?

La antropología es quizás la más desconocida de las ciencias sociales, aunque, paradójicamente, ha exportado sus conceptos y sus métodos a otras disciplinas. Los antropólogos estudiamos la cultura, un concepto que ha hecho fortuna. En los años 50, Alfred Kroeber y Clyde Kluckhohn, recopilaron decenas de definiciones del término cultura. Una de las mejores es una de las más antiguas, 1871, de Edward Burnett Tylor, para quien la cultura sería un todo complejo que incluye las creencias, el derecho, la moral, el arte, las leyes, las costumbres..., es decir, todo aquellas habilidades o hábitos adquiridos por el hombre en sociedad. En todo caso, la cultura de los antropólogos no se reduce a los ámbitos en los que se suele emplear: el arte o la educación. La cultura sería algo así como las instrucciones de uso del hombre en sociedad. Y, como esas instrucciones de uso son muy diferentes, varían a lo largo del tiempo y del espacio, los antropólogos traducen, interpretan y describen esas culturas.

Entonces, ¿qué lugar ocupa la sexualidad en la cultura?

Desde luego, para un antropólogo es una ventana privilegiada a la cultura. Sin embargo, esa perspectiva ha sido descuidada, aunque uno de los fundadores de la antropología, Malinowski, ya se ocupó de ello. A finales de los 80 y primeros de los 90 hubo un resurgir, cuando la antropóloga Carol S. Vanee escribió que la antropología había redescubierto la sexualidad. No deja de ser chocante que un aspecto tan fundamental de la especie humana haya sido tan descuidado por quienes tenemos como labor su estudio.

¿Qué aportaciones hace la antropología acerca de la sexualidad?

Precisamente, considerar la sexualidad es una parte de la cultura. Es decir, puesto que las culturas están sujetas a la variabilidad, son diversas, también la sexualidad humana es diversa. Valoramos esa diversidad y estudiamos los distintos significados que le damos. Reducir la sexualidad a una mera conducta resultado de un instinto, por medio de un enfoque biomédico, es ignorar que, como dice el antropólogo José Antonio Nieto, no se concibe sociedad alguna exenta de sexualidad, ni tampoco ésta fuera de aquélla. En antropología estudiamos las prácticas, los significados, las categorías, que no son algo puramente teórico o especulativo, sino que tienen profundas implicaciones en las vidas de las personas. Con quién está permitido relacionarse sexualmente, cuáles son los tabúes, las prescripciones, lo que está permitido y prohibido..., todo eso son normas, implícitas o explícitas, pautas variables según las distintas sociedades, y nunca del todo estables, siempre, también, sujetas al conflicto. Las culturas no son algo estable, no son, o no deberían ser, cárceles. El cambio cultural es un aspecto también fundamental en antropología, algo que nos trae de cabeza.

Su charla se titula El sexo, el género y todo lo demás: ¿un mandato biológico o una construcción social? ¿Cuáles serán los aspectos que tratará?

Bueno, el título tiene dos partes. La primera es un guiño a una novela de Douglas Adams, y trata de expresar las distintas categorías en las que nos movemos cuando hablamos de sexualidad. ¿Es el sexo lo mismo que el género? ¿Es la sexualidad lo mismo que el sexo? ¿Qué es la identidad sexual? En ocasiones, esas categorías parecen más bien un rompecabezas en el que cuesta encajar lo realmente importante: gente real haciendo cosas reales. Hablaremos de ello. Y, sobre todo, escucharemos lo que los asistentes nos tengan que decir. En cuanto a la dicotomía de la segunda parte del título, refleja las dos tendencias más, digamos, extremas, acerca de la sexualidad, la que forma parte del paradigma biomédico, y la defendida por los construccionistas sociales. Los primeros la reducen a un instinto, y los segundos quieren liberar la sexualidad de todo condicionamiento, digamos, natural. Naturaleza y cultura, ésa es otra de las dicotomías habituales en antropología, aunque hoy en día está en vías de superación. Tal vez algunas creencias que los asistentes tengan acerca de la sexualidad comiencen a cambiar después de la charla y del diálogo.

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