Los restos del religioso berciano Manuel García Viejo fallecido por ébola reposan en Madrid

Juan Lázaro / ICAL Funeral por el médico y misionero español Manuel García Viejo, fallecido a causa del ébola

Servimedia/Ical

Los restos del misionero Manuel García Viejo fallecido por la enfermedad de ébola, que contrajo durante su trabajo religioso y sanitario en Sierra Leona, reposan desde hoy en Madrid tras fallecer el pasado jueves en el Hospital Carlos III, adonde fue repatriado desde el país africano en un avión medicalizado. El cadáver fue incinerado el viernes y recibió sepultura en un panteón de la Orden de San Juan de Dios en la capital de España.

Mientras tanto, al religioso fallecido, natural de Folgoso de la Ribera (León), le despedirán mañana domingo en un funeral a partir de las 13 horas en la iglesia parroquial. Además, el Ayuntamiento decretó dos días de luto y las bandera a media asta en señal de duelo. En cuanto al funeral de hoy en Madrid fueron más de 200 personas las que acudieron a la capilla del Hospital San Rafael de Madrid para despedir al religioso.

Estuvo presidido por el obispo José Luis Redrado, secretario emérito del Pontificio Consejo de la Pastoral de la Salud en el Vaticano, quien estuvo flanqueado en el altar por Jesús Etayo, superior general de la Orden Hospitalaria de San Juan de Dios, y por Amador Fernández, primer consejero provincial de los hermanos de San Juan de Dios en la provincia de Castilla.

Además, otros 20 sacerdotes oficiaron la misa funeral, donde al pie del altar estaba la urna con las cenizas de García Viejo, junto con tres coronas (una de la familia, otra ofrecida por una amiga y otra de la OHSJD en Castilla y León). Asimismo, cerca de la urna se encontraban tres objetos relacionados con la orden religiosa a la que pertenecía, como un escapulario, las Constituciones y un trozo de tela del hábito de los hermanos de la OHSJD, así como un fonendoscopio, por su decidación como médico.

Entre las autoridades políticas que acudieron al funeral estaban Agustín Rivero, director general de la Cartera Básica de Servicios del Sistema Nacional de Salud y Farmacia (del Ministerio de Sanidad, Servicios Sociales e Igualdad), y Javier Rodríguez, consejero de Sanidad de la Comunidad de Madrid.

En declaraciones a los medios de comunicación, Rodríguez expresó sus “condolencias” tanto a la familia como a los hermanos de San Juan de Dios y agradeció “el ejemplar comportamiento de todo el personal sanitario que ha intervenido” para atender a García Viejo, desde que fue trasladado desde Sierra Leona hasta que fue atendido en el Hospital Carlos III de Madrid.

“Nos hubiera gustado haber tenido más éxito, pero también ha que tener en cuenta las circunstancias en las que llegó el paciente, muy terminales. Esperamos que no tenga que venir ninguno más”, apuntó.

El funeral comenzó con un discurso de Miguel Ángel Varona, presidente de la Fundación Juan Ciudad, perteneciente a la OHSJD, quien destacó que la orden religiosa vive “momentos dolorosos” después de que García Viejo dedicara su vida “a los más pobres” con “solidaridad y entrega”.

Sencillo y amable

Por su parte Jesús Etayo, máximo representante mundial de la Orden Hospitalaria de San Juan de Dios y que viajó desde Roma (Italia) hacia Madrid expresamente para el funeral, subrayó en su homilía que García Viejo era “sencillo, amable, un poco tímido y alejado de cualquier protagonismo”, y que estaba siempre disponible para recibir visitas médicas, demostrando así con hechos su profunda vocación religiosa.

García Viejo fue el segundo español fallecido por el ébola, después de Miguel Pajares, que también pertenecía a la OHSJD y que murió el pasado 12 de agosto. Los restos mortales de Pajares se encuentran en el panteón de la Orden Hospitalaria de San Juan de Dios, donde también reposarán los de García Viejo.

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