El regidor leonés presenta la nueva imagen de la fuente de San Marcelo

El regidor leonés, el tercero por la derecha, posa con los miembros de la Brigada de Patrimonio y con los representantes de la familia de mármoles Aldeiturriaga, que ha colaborado en el proyecto.

Gabinete de Comunicación del Ayuntamiento de León

El regidor leonés Emilio Gutiérrez ha asistido este lunes a la presentación de la nueva imagen de la fuente de San Marcelo en la que se ha realizado varias operaciones que apenas ha costado a las arcas municipales. Emilio Gutiérrez ha señalado que la fuentes es de la época borbónica y que se construyó bajo el reinado de Carlos III.

Es una obra de Isidro Cruela, tal y como reza una de las inscripciones que figuran en la fuente: “Reynando Carlos III. Año de MDCCLXXXVI. Isidro Cruela Fontanero y Arquitecto”. Su intención era asegurar la llegada de agua corriente a la población de la ciudad, además de embellecer un espacio público: “...por la salud pública y adorno de la ciudad”, tal y como figura en otro de los epígrafes.

La fuente, de estilo neoclásico, consta de un vaso circular dentado con tres entrantes dispuestos debajo de cada uno de los caños. Éstos se insertan en un cuerpo cilíndrico decorado con tres pilastras jónicas que sujetan una cornisa moldurada. Sobre ella se dispone un jarrón del que nacen motivos florales que remata todo el conjunto. En los paramentos separados por las pilastras aparecen un escudo de la ciudad de León y dos óculos ligeramente ovalados.

La tercera de las inscripciones labradas en su cuerpo central presenta este texto: “El común de los vecinos de León”. La fuente fue desplazada ligeramente de su lugar original dentro de la misma plaza con motivo de la construcción del aparcamiento subterráneo.

Brigada de Patrimonio

El trabajo más importante y reseñable, y en el que ha invertido más tiempo el monitor de cantería, ha sido la labra del florón que remata la fuente y que se perdió hace aproximadamente diez años al desprenderse de la peana inferior y caer, fragmentándose en pequeños trozos, que imposibilitaban su recomposición. Esto se produjo porque el vástago interior de hierro se oxidó, doblándose lo suficiente para que el núcleo superior perdiese estabilidad.

El florón se ha labrado en piedra del mismo tipo que la original, caliza ocre de Boñar, para lo que hemos contado con el patrocinio/colaboración de la marmolería familia Aldeiturriaga Villamandos, que ha donado el cilindro pétreo sobre el que se ha esculpido este elemento decorativo.

Los dibujos que han servido de soporte para modelar en barro los motivos florales y para confeccionar las plantillas de referencia para moldurar el vaso, se han trazado a partir de la documentación fotográfica aportada por la fototeca del Archivo Municipal.

Una vez acabados los trabajos de labra y talla realizados en los talleres se procedió a retirar de la fuente la peana del florón para su limpieza superficial y sustituir el vástago de sujeción. Al presentar un avanzado estado de meteorización, suceso común en la piedra de este tipo actuar sobre ella los agentes meteorológicos, se decidió retirarla sustituyéndola por otra de nueva factura, en la que se colocaron cuatro vástagos perimetrales de sujeción para aumentar su agarre y su estabilidad.

Al retirar la peana se comprobó que los sillares troncocónicos del núcleo central de la fuente tienen una sección muy pequeña por lo que ha sido preciso encofrar y hormigonar, accediendo por los óculos/ojos de buey laterales, en el interior, permitiendo así aumentar la superficie de agarre sobre el vástago de acero inoxidable roscado de mayor sección que sujeta todos los elementos del florón nuevo. Para unir las diferentes piezas que conforman el conjunto se ha utilizado un mortero bastardo de cal y cemento rápido.

Limpieza

La fuente está construida en su mayor parte en piedra caliza gris y roja del tipo griotte, procedente de canteras de la montaña central leonesa, reservándose la piedra caliza de Boñar para los elementos decorativos (florón, escudo, molduras, motivos vegetales y animales y soporte de los caños), ya que su granulometría y dureza son más convenientes para este tipo de acabados.

Para la limpieza de la primera se han utilizado cepillos de alambre y agua, a la que se ha añadido jabón desengrasante para acometer aquellas zonas que presentaban mayor suciedad. En los paramentos más expuestos a la contaminación causada por el tráfico rodado y, donde se había adherido una costra superficial, se ha limpiado con medios mecánicos y posteriormente se han abujardado manualmente los sillares hasta recuperar su textura original. El segundo tipo de piedra se ha limpiado con cepillos de púas suaves y agua, utilizando silicato de etilo como consolidante.

En los elementos escultóricos más sensibles y más afectados se ha eliminado la suciedad manualmente, utilizando lijas de agua, bisturí y cuchillas. Se ha eliminado la vegetación (musgo) de las juntas y molduras. Las planos inferiores situados debajo de los caños, presentaban una pátina superficial de cal y vegetación que se ha eliminado con jabón desengrasante, espátulas y cepillos de alambre. Por último se ha lavado toda la fuente con una solución de agua, jabón natural y bicarbonato sódico, aplicando cepillos de cerda suave.

La restauración de la Fuente de San Marcelo ha supuesto un gasto para el Ayuntamiento de 247 euros ya que las labores las ha realizado la Brigada de Patrimonio y un maestro cantero del Centro de los Oficios; además, la piedra de Boñar fue donada por la familia Aldeiturriaga. Unos trabajos que habrían alcanzado los 30.000 euros en caso de haber sido encargados a una empresa externa.

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