El recuerdo y un intenso dolor marcan el “duro” regreso a la actividad en el pozo Emilio del Valle

S.Gallo/ Ical

Alrededor de un centenar de mineros que compone el turno de mañana en el pozo Emilio del Valle, de la Hullera Vasco-Leonesa en la localidad de Llombera de Gordón, regresó a las ocho de esta mañana a los tajos tras el accidente en el que fallecieron seis mineros y otros cinco resultaron heridos el 28 de octubre. El regreso ha sido “especialmente duro” y ha estado marcado por el recuerdo a los fallecidos y por un intenso dolor de todos los compañeros.

Tras la llegada a las instalaciones, los sindicatos reunieron a los trabajadores del turno de mañana en una asamblea que ha resultado “la más dura” en los nueve años que lleva el representante de UGT en el comité de Empresa, José Antonio Colinas. “No salían las palabras, sólo lágrimas y de todo”, añadió. También los trabajadores, muchos de ellos compañeros “codo con codo” de los fallecidos, han tenido que afrontar una “dura” vuelta al tajo porque “la gente estaba fatal”.

La decisión se adoptó después de que la Comisión Regional de Minería garantizase el pasado lunes las condiciones adecuadas, porque “lo primero es garantizar la seguridad”, incidió Colinas. Por ese motivo, los trabajadores que se incorporaron hoy a su puesto de trabajo lo han hecho en los macizos cinco y nueve, que son los que se encuentran “en condiciones”, mientras que el siete permanece “de momento” cerrado, por lo que sus trabajadores han sido reubicados en los otros dos.

Además de este aspecto, los responsables sindicales transmitieron a los mineros la importancia de que ni los nervios ni la tensión o la angustia “provoquen más accidentes” y que se haga un especial esfuerzo por “cerrar la herida poco a poco”, no por olvidar lo sucedido, dijo Colinas.

De hecho, y dada la dureza de este regreso, miembros del comité de seguridad de la empresa se han internado junto con los mineros en la mina, para realizar una última y reiterada inspección que diese “un poco de calma” a los trabajadores. Colinas explicó que el turno de mañana es “el más grande” del pozo, con casi un centenar de trabajadores de los 250 de la explotación.

Por su coincidencia en el tiempo, el responsable sindical reconoció su trabajo “inconmensurable” en el momento del accidente de la semana pasada, en el que “hicieron lo que pudieron”. Y aunque reconoció que este fatal suceso “afecta a todos”, los operarios del turno de mañana son “a los que más”.

Por otro lado, esta mañana han dado también comienzo los interrogatorios para poder esclarecer las causas del accidente, y los primeros en prestar declaración están siendo los testigos y algunos de los propios accidentados. Todo ello, responsabilidad de la Comisión Regional de Minería, a través del grupo específico creado para esclarecer este accidente, permitirá la elaboración del informe definitivo, en el que también se tendrán en cuenta las aportaciones de la empresa y de los sindicatos y el comité de seguridad

Mientras tanto, continúa ingresado en el Complejo Asistencial de León J.M.M.M., de 42 años, uno de los heridos en este accidente, que desde la tarde de ayer se encuentra en planta. Su evolución continúa siendo positiva, aunque por el momento se le han restringido las visitas dado que permanece ajeno a lo ocurrido el pasado 28 de octubre en la explotación.

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