La plantilla del pozo de La Vasco donde se produjo el siniestro reanuda su actividad mañana
La plantilla del pozo Emilio del Valle de la Hullera Vasco Leonesa, donde la pasada semana se produjo el accidente laboral que les costó la vida a seis trabajadores e hirió a otros cinco, volverá mañana al tajo, según se decidió en la reunión celebrada esta mañana entre representantes de los trabajadores, el comité de seguridad y la dirección del grupo afectado y de la empresa.
De esta forma, se reincorporarán a sus labores tanto los alrededor de 240 trabajadores de la plantilla de La Vasco como el personal de las subcontratas en el relevo que entra a las ocho de la mañana. Así se acordó después de que este lunes los técnicos enviados por la Comisión Regional de Minería determinasen que las instalaciones presentan las condiciones adecuadas para retomar la actividad.
Los mineros trabajarán en los macizos quinto y noveno de la explotación mientras el séptimo, donde se produjo el fatal siniestro, permanecerá de momento inactivo y solamente accederán a él miembros de la brigada de salvamento para llevar a cabo actuaciones de carácter medioambiental. De momento, queda sin actividad y no se plantearía su reapertura, en cualquier caso, hasta que se conozcan los estudios y las conclusiones de las investigaciones que llevan a cabo para esclarecer las causas y circunstancias del siniestro. Unos informes que contarán con las aportaciones tanto de la empresa como de los sindicatos y del comité de seguridad y que recogerán tanto testimonios de los mineros como mediciones y todos los datos que se consideren oportunos para llevar a cabo la redacción del documento final, responsabilidad de la Comisión Regional de Minería, que ha creado un grupo de trabajo específico para abordar este caso dada su gravedad.
Mañana será un día complicado para los minero del pozo Emilio, que se enfrentarán por primera vez a la jornada laboral con el recuerdo vivo de lo ocurrido hace una semana. Un recuerdo que mantiene una importante huella en el sentimiento colectivo y que hace que la plantilla esté todavía muy tocada por el trágico accidente. “Tenemos que hacer una labor de apoyo en todos los estamentos del grupo, porque todos estamos afectados y lo que hay que hacer es continuar y echarnos una mano unos a otros, desde el jefe de grupo hasta cualquier trabajador”, señalaron fuentes sindicales.
Al parecer todavía no se ha elaborado ningún informe por escrito y es difícil calcular el tiempo que puede llevar recabar todos los datos que las partes implicadas necesiten para elaborar sus respectivas aportaciones aunque se prevé que esos trabajos se lleven a cabo con cierta celeridad para responder a las preguntas que sindicatos, familiares y compañeros de los fallecidos plantearon públicamente tras la tragedia. En cualquier caso, el director general de Minas, Ricardo González Mantero, ya adelantó la pasada semana que ese trabajo llevará cierto tiempo porque debe desarrollarse de forma exhaustiva “con muchas cuestiones y muchas entrevistas que hacer”.