Obispado y ocupantes acuerdan el desalojo
El edificio de la calle Dámaso Merino que este domingo era ocupado por un grupo de activistas del Laboratorio Social vuelve a estar vacío. Según un comunicado del Obispado, a las 15 horas los ocupantes abandonaron el inmueble tras un tiempo de diálogo con los responsables diocesanos, el vicarios general, Jesús Fernández; y el vicario episcopal de Asuntos Económicos y Sociales, Pedro Puente.
En esta misma nota aseguran que presentaron “algunas condiciones para llegar a alguna forma de colaboración, dado que parece haber coincidencia en la pretensión de unos similares fines sociales”. En el blog de Toma la Calle León, por su parte, son más escuetos y se limitan a informar de que se han visto “obligadas a abandonar” y trasladan las actividades programadas en este inmueble a la Nave debajo de Maristas Champgnan y a Botines.
La propuesta de la Diócesis es la de contar con un proyecto arquitectónico realizado por expertos para un uso seguro de las dependencias del edificio, un proyecto que contemple las actividades que el grupo pretende llevar a cabo (que no menoscaben los derechos de los vecinos), con un presupuesto económico concreto de cara a la financiación del mantenimiento del edificio y de las actividades programadas y con la cuantificación de lo que podría ser la aportación económica del grupo con el fin de sostener las inversiones y gastos sociales que la Diócesis tiene previsto cubrir con un posible arrendamiento.
Los ocupantes, que abandonaron pacíficamente el lugar, quedaron comprometidos en estudiar esas condiciones y en seguir dialogando con los responsables diocesanos.
