El nuevo Plan del Lobo hará efectivo el seguro que agiliza los pagos por daños en la ganadería
El Plan de Conservación y Gestión del Lobo en Castilla y León, cuya actualización aprobó este jueves el Consejo de Gobierno a través de un decreto, preserva la especie, que no está en peligro, y mantiene la actividad de los ganaderos, además hace efectivo en los próximos días el seguro que agilizará los pagos por los daños causados en la ganadería por el daño real y el lucro cesante.
En la rueda de prensa posterior al Consejo de Gobierno, la vicepresidenta y portavoz, Rosa Valdeón, destacó esos objetivos y expresó el compromiso de que los ganaderos afectados por daños del lobo puedan percibir la indemnización en el plazo de dos semanas frente a los actuales ocho meses.
El decreto, que sustituye al vigente desde 2008, clarifica que el río Duero es la línea divisoria que diferencia el estatus jurídico de la especie, cinegética al norte y estrictamente protegida al sur, conforme dispone la Directiva Europea Hábitats 92/43/CEE.
Sin embargo, con este nuevo plan, la Junta de Castilla y León hará efectivo en los próximos días un seguro suscrito a su cargo que servirá para indemnizar el pago de los daños causados a la ganadería en la zona de protección de una forma ágil, tanto por el daño real como por el lucro cesante. El decreto buscará también otras fórmulas que coadyuven a reducir el conflicto social, modifica los órganos de participación y asesoramiento, y crea la Mesa del Lobo de Castilla y León.
El análisis que presenta el Plan de Conservación y Gestión del Lobo en Castilla y León, aprobado esta mañana por el Consejo de Gobierno, considera que el lobo se encuentra en un estado de conservación favorable, que ha aumentado su población en la última década, y que el principal problema para su conservación es la conflictividad que genera por los daños producidos a la ganadería extensiva.
En el Plan se analiza la evolución de la población. Según el último censo 2012-2014, en Castilla y León se ha detectado la presencia segura de 179 manadas –el 60 por ciento de las existentes en toda España-, 30 más de las contabilizadas en el último censo regional de 2001, consideradas todas como una única población biológica que se ha extendido desde el norte de la Comunidad a las zonas del sur del río Duero.
Sobre la especie no existe amenaza previsible que ponga en peligro su supervivencia, salvo las derivadas de la conflictividad por los daños a la ganadería. Por ello, se considera que el estado de conservación de la especie en la Comunidad es favorable, llegando incluso a expandirse a las comunidades de Castilla-La Mancha, Madrid y esporádicamente en La Rioja y en el País Vasco.
La finalidad del Plan es mantener la población en un estado de conservación favorable, buscando la compatibilidad con el aprovechamiento ganadero tradicional y favorecer que la especie se convierta en un elemento dinamizador de desarrollo rural. Por ello, el objetivo se centra en la compatibilización con la ganadería extensiva, en primer lugar, a través de la aplicación de medidas preventivas que eviten los daños, y en segundo lugar, con la aplicación de otra serie de actuaciones para compensar adecuadamente los daños si llegan a producirse.
En esta misma línea la Junta, con la participación de expertos y buscando el máximo consenso con las organizaciones agrarias, establecerá un Catálogo de Buenas Prácticas Ganaderas en las zonas loberas, en el que se indicarán las medidas de custodia y prevención de daños a la ganadería, cuya puesta en práctica contará con líneas de ayuda de la administración de Castilla y León.
Por último, si a pesar de las medidas tomadas el daño persiste, el plan contempla la posibilidad de realizar medidas de control sobre la población en el marco de la normativa nacional y europea que contempla esta posibilidad tanto al norte como al sur del Duero.
El decreto fija cupos de caza para el conjunto de la comarca correspondiente que, con carácter general no superará el diez por ciento de la población, pudiendo llegar al 18 por ciento en aquellas situaciones con una mayor siniestralidad por daños a la ganadería.
Por el contrario, al sur del Duero, donde el lobo no tiene la consideración de especie cinegética sino de estricta protección por disposición de la Directiva Hábitats 92/43/CEE, la Administración podrá autorizar de forma excepcional acciones de control, a realizar bien directamente o mediante la participación de otro personal debidamente autorizado, siempre bajo su supervisión y su estricto control, de conformidad con lo establecido en la ley 42/2007 del Patrimonio Natural y Biodiversidad, al tiempo que incrementará la vigilancia frente al furtivismo y el uso de cebos envenenado.
Incentivar la investigación
En el documento se establecen medidas para incentivar la investigación de la especie, haciendo especial hincapié en las medidas sobre técnicas de prevención y minimización de daños a la ganadería. También se da gran importancia al seguimiento poblacional que permite tomar las decisiones sobre la especie con el mayor conocimiento de la misma, creando incluso patrullas específicas para el seguimiento de la especie.
El Plan modifica también los órganos de asesoramiento, y crea la Mesa del Lobo como un órgano de participación e intercambio de experiencias entre todos los sectores sociales implicados en la adecuada gestión y conservación de la especie. Entre sus miembros figurarán representantes de las consejerías competentes en materia de medio ambiente y ganadería, representantes de las organizaciones profesionales agrarias, de las asociaciones entre cuyos fines se incluya la conservación de la naturaleza, de los colectivos de cazadores y de las empresas de eco-turismo que realicen su actividad sobre la especie.
Además, el nuevo texto legislativo recoge también la constitución de un Comité Científico formado por representantes de las universidades de la Comunidad Autónoma, de los colegios profesionales relacionados con la gestión de la fauna y la ganadería, y por profesionales de reconocido prestigio sobre la especie y sobre la gestión de la ganadería extensiva.
La Consejería de Fomento y Medio Ambiente, por su parte, designará un coordinador del Plan para supervisar las actuaciones e iniciativas que se lleven a cabo y para coordinar y promover la colaboración con los órganos de participación, la comunidad científica y cualquier otra institución dedicada a velar por la conservación y protección de los valores naturales, entre ellos, el Servicio de Protección de la Naturaleza de la Guardia Civil y, si fuera necesario, el Ministerio Fiscal.