Los mineros se hacen más fuertes al caminar
Algo más de 19 kilómetros han hecho en la primera jornada los 45 mineros que partieron de Villablino en dirección a Murias de Paredes. Los valles de Laciana y Omaña, superando el puerto de La Magdalena (1.434 m.), han acogido en su seno a los trabajadores del sector que vuelven a dirigirse a Madrid andando, como en 1992 y 2010, para ver si encuentran una solución al grave problema que atraviesa la minería.
“Con mucho ánimo” así nos indicaba uno de los mineros José Ángel que emprendían la marcha para intentar que esta marcha sirva para algo, tal y como sucedió en 1992, “en esta segunda guerra hay que luchar por todo, luchamos por el pan de nuestros hijos y nuestro puesto de trabajo”. José Ángel emprende la marcha porque no ve un futuro muy claro para sus hijas “si tengo que emigrar tendría que irme de donde procede mi familia, Brasil” pero considera importante luchar por la comarca y su futuro.
La marcha salió de Villablino en medio de los aplausos de centenares de vecinos, muchos de ellos exmineros emocionados, que acudieron a acompañar a la nueva generación de la Marcha Negra. Entre ellos se encontraba Amílcar, que participó en la marcha de 1992 y trabajó 25 años de picador, que considera que “quieren acabar con todo, si se acaban las minas se acaba Villablino”, de ahí su presencia en la calle este viernes.
“Tenemos ganas y esperamos que sirva para algo” nos contaba otro de los participantes, José Manuel, “tienen que darse cuenta de que no pueden hundir el carbón, vivimos muchas familias de ello”. Este asturiano que trabaja en las minas de la Vasco cree que no puede ser este recorte tran grandísimo “porque pone en peligro la suerte de muchas personas”.
La ruta prevista se realizó a un buen ritmo por parte de los mineros participantes, que contaban con apoyo logístico y sanitario para atender cualquier incidencia, y realizaron una parada para comer ya bajando el puerto que separa los valles de Omañan y Laciana.
La llegada a Murias de Paredes, sobre las 4 de la tarde, se produjo con un recibimiento en el ayuntamiento por parte de su alcaldesa Mari Carmen Mallo, que les dio la bienvenida y les mostró todo su apoyo, al igual que varios vecinos de la localidad omañesa. El ayuntamiento les ha proporcionado el alojamiento en una casa rural de la localidad y les ofrecía una caldereta para compartir también con los vecinos como cena tras la caminata.
A su llegada los mineros se mostraban satisfechos, y aunque algo cansados, consideraban en general que esta primera etapa había ido bien, “tenemos que aguantar después de la salida que hemos tenido” confesaban. La segunda etapa de la marcha de Villablino recorrerá la distancia entre Murias de Paredes y Riello, mientras que sus compañeros bercianos lo harán entre Tremor de Arriba y Valdesamario. El domingo a mediodía ambas confluirán en Riello para ir juntas hasta La Magdalena.
