Mañueco se 'ayusiza' sin contar con Ciudadanos, su socio de Gobierno

Miriam Chacón / ICAL . El presidente de la Junta, Alfonso Fernández Mañueco, y el vicepresidente, Francisco Igea, durante las votaciones en un Pleno de las Cortes.

Laura Cornejo / elDiariocyl

Después de seis meses siendo una de las comunidades con medidas más restrictivas de España, con toque de queda a las 22.00 horas y un mes entero con uno ilegal a las 20.00 horas y que suspendió el Tribunal Supremo, Castilla y León dejará de tener hora límite de circulación cuando finalice el segundo estado de alarma por la pandemia de coronavirus covid-19. Tampoco habrá cierre perimetral.

El Gobierno autonómico se venía resistiendo a rebajar ambas medidas. Hasta que Isabel Díaz Ayuso, con una gestión absolutamente contraria, ganó las elecciones a la Comunidad de Madrid.

El presidente de Castilla y León, Alfonso Fernández Mañueco avanzaba este miércoles que el próximo 9 de mayo, con el fin del estado de alarma, acabarían también ambas restricciones. Sin nombrarla, desautorizaba a la consejera de Sanidad, Verónica Casado, que visitaba junto a él y otros cargos de la Junta, el hospital de Ávila. El discurso de Mañueco fue además muy en la línea de Ayuso: no anunció ninguna restricción, hizo críticas a la gestión del Gobierno central y adelantó ayudas económicas para las empresas.

Aunque desde Ciudadanos aseguran que el presidente comunicó al vicepresidente, Francisco Igea, la decisión de no prolongar un toque de queda o un cierre perimetral sujetos a la ratificación judicial, no ha habido negociación. Los servicios jurídicos creen que no existe “grieta” legal para conseguir que un tribunal dé el visto bueno a esas medidas, no con la actual situación epidemiológica.

La intención de la consejera, y también del vicepresidente, era tirar de las herramientas necesarias, en este caso la ratificación judicial, para seguir adelante con el toque de queda y el cierre de la Comunidad, medidas por las que van a apostar otras comunidades como la valenciana, que quiere seguir con el toque de queda, igual que Baleares. La primera medida es una de las que Igea ha considerado básicas en los últimos meses. De hecho, ni cuando el Supremo suspendió el toque a las 20,00 horas, algo que no permite el estado de alarma, admitió el error de imponer el confinamiento domiciliario “desde el ocaso hasta el amanecer”. Era, decía, “una medida útil” para evitar reuniones en pisos o las concentraciones de jóvenes en los parques.

El giro de Mañueco a lo Ayuso era algo que se temía en Ciudadanos. La rigidez impuesta por Casado e Igea en los Consejos de Gobierno ha generado demasiadas fricciones y el PP ha cedido bastante a favor de su socio de Gobierno. Hasta ahora. El discurso de Ayuso de “comunismo o libertad”, su contumaz resistencia a cerrar bares y a perimetrar la Comunidad casa mal con la gestión de Castilla y León. La “libertad” y las “cañas” no es precisamente lo que han defendido Mañueco e Igea, a quienes los hosteleros reprochan haberles llevado a la ruina con cierres casi continuos.

Pero para Ciudadanos no está todo perdido: este jueves hay consejo de Gobierno y se siguen barajando otras medidas. Si el presidente se niega a cerrar la Comunidad entera, se puede hacer por provincias: Burgos, con 303,37 casos de incidencia acumulada a 14 días y Segovia, con 263,23, son candidatas claras a un cierre perimetral si es que se llega a un acuerdo. La cercanía de la primera a Euskadi y de la segunda con Madrid les da un plus de riesgo. También es posible volver a prohibir las reuniones entre no convivientes, una medida que se levantó tras la Semana Santa. Menos plausible es volver a limitar el horario de los establecimientos hosteleros. Pero todo depende de como se desarrolle el Consejo y de cuánto más quieran ceder unos y otros.

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