4 lugares de Ibiza que tal vez no conocías

Ibiza

La isla más popular y concurrida del Mediterráneo, Ibiza, alberga razones de sobra para ostentar esa condición: desde sus muchos kilómetros de playas paradisíacas hasta un ocio nocturno famoso a nivel internacional, pasando por su amplia oferta de deportes acuáticos o su rica historia y gastronomía. Ahora bien, aparte de sus atractivos más conocidos, la Pitiusa cuenta con rincones bellos y escondidos, lugares a los que el turista no suele llegar. A continuación, recopilamos algunos de ellos y proponemos un interesante itinerario.

Ahora bien, antes de iniciar nuestro trayecto, debemos disponer de un medio de transporte cómodo y que nos proporcione libertad de movimientos. Así, frente a la rigidez del transporte público, una buena idea es alquilar una moto en Ibiza; un vehículo que, además, nos hará a ahorrar en carburante y tiempos de aparcamiento. Entre las diferentes empresas de scooter de la isla destaca Cooltra, una compañía que permite gestionar las reservas tanto en sus tiendas físicas como a través de su página web.

Ahora sí, estamos en condiciones de comenzar nuestro viaje. Imaginemos que hemos aterrizado en el aeropuerto de Ibiza y arrendado una moto. Nuestro primer destino se encuentra cerca: concretamente, nueve kilómetros al sur de la capital, en Las Salinas. Allí damos con algunos de los restos de las baterías antiaéreas empleadas durante la Guerra Civil. No obstante, para llegar hasta el búnker mejor conservado tendremos que conducir otra decena de kilómetros hacia el oeste, hasta La Caleta.

Después de esta primera visita, nada mejor que reponer fuerzas en la ciudad de Eivissa. Pensamos, cómo no, en pasar por alguno de sus restaurantes y, ya de noche, recorrer las calles de su centro urbano. A la mañana siguiente, arrancaremos nuestra scooter para dirigirnos al extremo norte de la isla, en dirección a Portinatx, a 100 kilómetros de la capital. En esta población buscaremos las indicaciones para alcanzar la Cala d'en Serra. Lo mejor de este enclave no es solo la fina arena o el agua esmeralda, sino también un chiringuito excelente, en el cual comer o beber un mojito a precios muy asequibles.

Unas horas antes del atardecer, retomaremos nuestro itinerario bordeando la costa hacia el oeste. Así, tras unos 16 kilómetros de carretera, aparcaremos en Cala Benirrás. Se trata del lugar perfecto para contemplar la puesta de sol al ritmo de tambores, bongos y otros instrumentos de percusión. Y es que hasta la playa bajan habitantes de la zona, turistas y algunos supervivientes del movimiento hippie propio de décadas atrás.

Al día siguiente, reanudamos el trayecto costero hacia el sur y a lo largo de unos 45 kilómetros. Nuestra última parada nos lleva a la Cala d'Hort, desde donde podremos disfrutar de unas vistas fantásticas de las pequeñas islas de Es Vedranell y Es Vedrà. Para ello, conviene ascender caminando hasta la denominada Torre del Pirata, usada antiguamente para avistar la llegada de cualquier embarcación de estos fuera de la ley. En definitiva, el mejor recuerdo antes de regresar a la capital en nuestra moto Cooltra.

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