La Junta pide al Gobierno que frene la Ley Universitaria hasta desarrollar la Educativa

El consejero de Educación de la Junta de Castilla y León, Juan José Mateos, reclamó hoy al Gobierno “un tiempo” antes de proceder a la reforma anunciada del sistema universitario español. Aunque reconoció que es necesaria una reforma “importante” de las universidades, Mateos matizó que sería conveniente “asimilar” la Lomce antes de proceder a modificar las enseñanzas superiores, proceso en el que podrían irse introduciendo algunos cambios.

Mateos insistió en que sería conveniente hacer las cosas “por etapas”, ya que las modificaciones en todos los grados educativos al mismo tiempo resulta “muy difícil”. De cualquier forma, reiteró la importancia de acometer cambios en el ámbito universitario como la gobernanza o la forma en la que los alumnos llegan al sistema universitario. También la formación de los futuros profesores se presenta como uno de los aspectos que reclaman un cambio para mejorar el sistema educativo español.

En este mismo sentido, el rector de la Universidad de León (ULE), José Ángel Hermida, dijo estar de acuerdo con el ministro de Educación, José Ignacio Wert, a la hora de fijar las “claves” de la reforma universitaria en este momento, que son “imprescindibles”, y donde se contempla la reforma también de la financiación y del estatuto de profesorado y del personal docente y de investigación.

Tercer foro de las Universidades, en León

El consejero de Educación hizo esta reflexión al inicio del 'III Foro Universidades' organizado por el Diario de Castilla y León-El Mundo en el hostal de San Marcos de la capital leonesa bajo el título 'La Universidad, los jóvenes y el empleo'. En este marco, Mateos abogó por trabajar “en la misma dirección” y por producir un 'feedback' en el que se encuentren, por un lado, la educación y la Universidad, y por otro lado la empresa “que debe recoger las necesidades y también lo que estamos haciendo”, añadió.

Juan José Mateos calificó de “esencial” el “ensamblaje” que se produzca entre el fenómeno educativo y de formación, y la empresa. Por eso, hizo un llamamiento para que se aúne el esfuerzo del conocimiento y de las habilidades que adquieren los jóvenes, y unirlo con las empresas “que son quienes responden a las necesidades”.

Pero este esfuerzo no tiene que correr únicamente a cargo de la universidad o de las administraciones, sino también de la sociedad, consciente de que “hay un problema” y que quiere buscar soluciones. Precisamente la relación entre el sistema universitario y el empleo es, para el consejero de Educación, uno de los “nudos” a los que hay que ir buscando solución “entre todos”, con el fin último de que el empleo “sea bueno, estable y en relación con el esfuerzo, el trabajo y la formación de los jóvenes”.

Por su parte, el rector de la ULE recalcó la importancia de la empleabilidad, aspecto en el que estimó que es necesario tener en cuenta la actitud personal, el territorio y la adaptación de las instituciones académicas a su entorno, y la relación existente entre la Universidad y la empresa. En este sentido, Hermida recordó ambas partes se han entendido “históricamente muy mal en España”, y aunque ahora se intenta tomar como modelo a otros países como Alemania o Estados Unidos, esto no se ha conseguido, ya que sería necesario mediante prácticas en los cursos de grado y de postgrado, así como la incorporación de profesionales del mundo de la empresa al profesorado.

“El viento sopla en contra de la Universidad”

Por último, el director de la cátedra Unesco de Gestión Política Universitaria de la Universidad Politécnica de Madrid, Francisco Michavila, que fue el primero de los ponentes de la tarde, consideró la necesidad de actuar “en varias líneas” en el ámbito universitario. Michavila explicó que, en estos momentos, el viento “sopla en contra” como consecuencia de la crisis económica y los recortes presupuestarios aplicados al sistema universitario.

Además, estimó que cuando la crisis “no golpeaba tan fuerte” se aludía a la mercantilización de la universidad y pretendía acercar la institución académica “a la demanda del mundo del trabajo” pero, en la actualidad, tanto la universidad como la educación “no tienen la consideración ni la inversión que merecen”. Por eso, hizo un llamamiento para apostar por “ligar” el papel de la universidad y del empleo “como lugar donde un joven se coloca después de estudiar”, pero también visto desde el punto de vista de la empleabilidad.