La Junta confía en duplicar “a corto plazo” la producción de biomasa en Castilla y León
El consejero de Fomento y Medio Ambiente, Juan Carlos Suárez-Quiñones, destacó este miércoles que actualmente la Comunidad produce alrededor de 600.000 toneladas al año de biomasa, en un sector que genera unos 1.000 empleos con empresas que invierten unos 225 millones de euros. “Un objetivo a corto plazo es duplicar esa cantidad, algo que produciría un efecto multiplicador exponencial ya que permitiría multiplicar el empleo por 2,5”, aseguró.
Según expuso, la biomasa “es una forma de crear empleo local, de fijar población en el medio rural, y de aprovechar los recursos naturales de la Comunidad”. “En zonas donde hay otros recursos más complejos como el carbón hay que buscar alternativas, y un recurso sostenible, que crece cada año y que tenemos a nuestra disposición en Castilla y León tenemos es este y tenemos que explotarlo”, añadió en una jornada de biomasa forestal organizada por 'El Norte de Castilla'.
Acompañado por el director general de Calidad y Sostenibilidad Ambiental, José Manuel Jiménez Blázquez, destacó que la Consejería lleva una década apostando por la biomasa como “un recurso natural sostenible, renovable y eficiente energéticamente”. “Estos últimos años ha tomado más cuerpo, parece que la empresa privada ya ha asumido que es un sector de negocio interesante y nosotros lo promocionamos de muchas maneras, con iniciativas para la creación de redes de calor en edificios públicos que sirvan de sinergia para el mercado, poniendo el calor sobrante a disposición de la empresa privada en subastas, y sobre todo garantizando a través de una gestión forestal sostenible que haya recurso de biomasa suficiente como para que haya una garantía de suministro”, señaló.
Ante empresarios del sector, Suárez-Quiñones recordó que más del 50 por ciento de los 95.000 metros cuadrados de superficie de la Comunidad son bosques, y por tanto la autonomía cuenta con un potencial de 6,5 millones de posibles toneladas extraíbles de biomasa. “Somos una Comunidad en la que se puede avanzar de una forma importante en la promoción de la biomasa para todo tipo de instalaciones: industriales, generación de energía eléctrica, agua caliente y calefacción de edificio públicos, comunidades, industrias, comercios... El potencial es muy grande”, sentenció además de reivindicar que la biomasa consumida esté certificada en origen.
El consejero se mostró satisfecho con la evolución del sector, especialmente en los últimos años, y recordó la inauguración a comienzos del pasado mes de noviembre de una red de calor urbana con biomasa forestal de la Universidad de Valladolid, que suministra a 22 inmuebles de la UVa y cuatro de la Junta de Castilla y León, “con lo que eso supone de reducción de la emisión de gases de efecto invernadero”.
“Hace poco se han fijado en una convención en París los objetivos de reducción de emisión de CO2. El volumen de movimiento de biomasa que hay en Castilla y León actualmente ahorra una emisión de 290.000 toneladas de CO2 a la atmósfera, por tanto estamos en la línea de lo que Europa quiere y de lo que debemos hacer para las generaciones venideras, que es contaminar menos”, argumentó.
En su opinión, Castilla y León es un referente en el uso de esta fuente de energía a nivel nacional, como también en la gestión forestal sostenible a través de certificados de calidad. “Tenemos una estrategia y un plan de movilización de recursos forestales aprobado por un acuerdo de la Junta del año 2014 que es un ejemplo. Tenemos muchos bosques certificados con la gestión sostenible, y por tanto creemos que somos de las comunidades más avanzadas en esta materia”, resumió antes de reconocer que, pese a todo, “aún queda muchísimo por hacer en esta materia”.
