A juicio en León por enviar a su expareja en 4.476 mensajes en 10 meses con insultos y amenazas
Un hombre se enfrenta a una petición de 15 meses de cárcel acusado de un delito de acoso por enviar múltiples mensajes a la que fuera su mujer, perseguirla y llamarla de forma constante. Un procedimiento que acogerá el Juzgado de lo Penal número 2 de León el próximo 13 de febrero.
Según las calificaciones provisionales de la Fiscalía a las que ha tenido acceso este periódico, el acusado, con antecedentes por un delito de falsedad documental, estaba divorciado de su pareja. Con el objetivo de molestarla y tras no aceptar el cese de la relación desde el mes de abril de 2015 hasta febrero de 2016 le remitió multiples mensajes a su teléfono con insultos, le persiguió de forma continua y le llamó de forma constantes, hasta alcanzar las 200 veces en ciertas fechas.
El mismo auto recoge que durante cuatro días del mes de abril de 2015, el procesado envió a su expareja 276 mensajes, durante el mes de mayo un total de 770, en junio 565, en cuatro días del mes de julio 159, en agosto 135, en septiembre 385, hasta 515 en el mes de octubre, 429 en noviembre y 1.242 en enero de 2016. En total 4.476 mensajes durante 10 meses.
En estos mensajes, el acusado decía a la que había sido su pareja que era una manipuladora, caradura, mala persona y retorcida, del mismo modo afirmaba que era una sinvergüenza, mezquina y miserable, entre otras cosas. También le hacía responsable de manipular al hijo menor de ambos. En algunos casos, la mujer respondió a los insultos con expresiones semejantes.
Para el Ministerio Público estos hechos son constitutivos de un delito de acoso por el que reclama para el encausado una pena de un año y tres meses de cárcel así como la prohibición de acercarse a su exmujer en un radio inferior a 500 metros y no comunicarse con ella por cualquier medio durante tres años.
La defensa lo niega
Por su parte, la defensa del procesado dice que no se trata de acoso y que los mensajes responden a conversaciones entre dos progenitores para abordar temas relacionados con los tres hijos que ambos tienen en común por lo que no puede decirse que hayan sido enviados “de forma caprichosa e injustificada”.
Respecto al contenido, la defensa alega que evidencian “diferentes puntos de vista” de los progenitores sobre los hijos de ambos y que la mujer no sólo contesta a ellos, sino que también inicia en alguna ocasión el contacto.