IU denuncia el cierre de camas “sin justificar” en los hospitales de León y Ponferrada

planta fantasma Hospital de León

Ical

Izquierda Unida de León mostró este lunes a través de un comunicado su más “absoluto y contundente rechazo” a la implantación de las unidades de gestión clínica en los centros sanitarios de la provincia y denunció el cierre de camas “sin justificación” en los hospitales de la capital y el Bierzo, según lo expuso el coordinador provincial, Santiago Ordóñez.

“Consideramos que las unidades de gestión clínica representan un paso hacia la fragmentación del sistema sanitario convirtiéndole en microempresas que entrarán en competencia entre sí, ya que, por encima de la mencionada y pretextada 'autogestión' de los profesionales, lo que la administración realmente pretende es controlar y regular el crecimiento presupuestario, con promesas de mejoras salariales para algunos profesionales por medio de incentivos (como forma enmascarada de abrir el abanico salarial de ciertos jefes intermedios)”, señaló Ordónez.

Añadió que el nuevo sistema conlleva el empeoramiento de las condiciones de trabajo del resto de los profesionales de la plantilla y a costa de la merma en cantidad y calidad de algunas prestaciones para con los pacientes. No existe, dijo, constatación de alcanzar ningún beneficio para los pacientes con esta nueva forma de gestión atomizada, como lo demuestran -aseguró- los ejemplos de las comunidades autónomas que lo tienen implantado, salvo el hecho de que, por medio de estas unidades, la administración elude responsabilidades políticas delegando y derivando las consecuencias de los recortes en sanidad hacia los jefes y coordinadores de los servicios que se transformen y que serán incentivados por y para ello.

En relación al cierre de camas hospitalarias en los hospitales del Bierzo y de León, la coalición expresó su “profunda indignación” por lo que catalogan como “una auténtica agresión a la salud de los ciudadanos y ciudadanas leonesas y bercianas”. La insensibilidad, dicen, de los responsables de Sacyl ante el drama de las listas de espera a que están sometidos muchos enfermos es “manifiesta” y sus argumentos para cerrar estas camas constituyen un insulto a la inteligencia de la sociedad. La realidad, añaden, es que no disminuye la demanda en verano sino que se ralentizan las citaciones de forma intencionada para evitar contratar a los profesionales necesarios o para así cesar a los eventuales.

“La nula defensa del modelo ideológico de la sanidad pública, unida a una forma de gestión caciquil e insensible por parte de los gestores de Sacyl está detrás de esta medida; actitud con la que se pretende ahorrar dinero público a costa de la salud de las personas o, lo que es peor, derivar dinero público a manos privadas mediante conciertos que ya están comprometidos previamente y a los que este cierre de camas beneficiará notoriamente”, concluyen.

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