Humedades y goteras vuelven a saludar el arranque del curso en algunos colegios de León con obras adjudicadas

Humedad y goteras en el tendido eléctrico de colegio San Claudio de León a principio de curso.

Carlos J. Domínguez

A pesar de los compromisos adquiridos, incluso de los pasos administrativos dados, lo cierto es que en varios centros educativos de la provincia de León, y muy especialmente de la capital leonesa, el nuevo curso ha comenzado este jueves de la misma manera que terminó en junio: con idénticos problemas de humedades, de goteras, de desperfectos y de mal aislamiento de los colegios.

Así ha ocurrido, por poner uno de los ejemplos más gráficos, en el colegio público San Claudio de León. A falta de muy pocas horas para que regresaran los primeros alumnos de Infantil y Primaria, aunque ya con todo el profesorado activo en el centro, varias fueron las aulas y dependencias que esta semana han vuelto a sufrir goteras y humedades tras las últimas lluvias caídas.

La queja del colectiredavo, así como de la comunidad educativa, profesorado y familias incluidas, es que se ha dejado pasar todo el verano sin actividad en el centro y sin que sin embargo hayan comenzado las obras que a finales del pasado curso la Consejería de Educación, a través de la Dirección Provincial de Educación de la Junta, dijo poner en marcha.

En este caso de San Claudio en concreto, pero también en otros como el colegio también público de Ponce de León, los problemas son serios y estructurales, porque son por defectos en toda la cubierta y tejado. Para ambos proyectos hay partida presupuestaria, de 365.000 euros en el primer caso y de 245.000 en el segundo, e incluso fuentes de la Delegación de la Junta en León confirman que hubo ya adjudicación de las obras “en tiempo y forma”. Pero no ha comenzado ni un movimiento en ninguno de los dos casos “por el retraso de las empresas” seleccionadas ante problemas “generalizados” de falta de material o de mano de redaobra, entre otros.

Las mismas fuentes oficiales lamentan no haber podido acompasar las obras, que serán de gran calado, con las vacaciones estivales pero aseguran que las compañías garantizan que se pondrá “mantener la actividad lectiva normal ” aunque se cambien todos los tejados. La duración del proyecto prevista es de cuatro meses desde esa adjudicación, por lo que confían en que puedan concluir dentro del primer trimestre o, lo que es lo mismo, ya en pleno invierno antes de la Navidad y el fin de año.

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