Al hallar el cuerpo de Denise “Miguel Ángel se relajó, se quitó un peso de encima”

El acusado Miguel Ángel Muñoz durante el juicio por el crimen de la peregrina Denise Pikka Thiem. / Carlos S. Campillo

M.C.

“Cuando encontramos el cuerpo, me sorprendió pero entiendo por mi experiencia, que Miguel Ángel se relajó, cambio su cara, se quitó un peso de encima. Fue como si pensara: 'hasta aquí he llegado, pero se acabó el calvario'. Es un gesto muy típico en personas que no son asesinos profesionales, el alivio, la necesidad de contarlo, de liberar el cargo de conciencia”, ha relatado el primer agente que ha prestado declaración durante la cuarta jornada del juicio por el crimen de la peregrina Denise Pikka Thiem, un subinspector del Grupo de Desaparecidos y Homicidios de la Policía Judicial.

Una deducción que ha sido puesta en tela de juicio por el abogado de la defensa del presunto asesino, de la misma forma que ha dudado de la precisión del agente cuando ha denominado la llamada de 45 minutos, y única realizada desde el terminal de Miguel Ángel tras el asesinato de Denise. “Por mi experiencia es 'la llamada de descarga', se produce en una persona que mata a otra y que tiene una carga moral muy grande. Intenta hablar con alguien de su entorno, se produce en este tipo de casos. Se suele llamar a una persona en la que se confía y se necesita hablar con ella, de cualquier cosa, paro sentirse arropado, saber que piensa en él. No significa que cuente lo que ha hecho, pero sí hablar de algo para sentirse arropado”, ha declarado el agente.

Debido a su estado de nervios durante su detención en Asturias, Miguel Ángel fue trasladado en helicóptero a León

Cuando Miguel Ángel Muñoz fue localizado y detenido, la Policía Nacional se trasladó a las dependencias de la localidad asturiana donde se encontraba el presunto asesino de Denise, tal y cómo ha declarado en respuestas a la fiscal el agente encargado de leerle los derechos y quien se hizo cargo del detenido hasta su traslado. “Intenté calmar su grado de ansiedad, es más interesante calmarlos por su seguridad y por la nuestra. Debido a su estado de nervios, me puse el contacto con mis superiores, y decidimos que el traslado se hiciera en helicóptero, para que fuese más corto”.

Al llegar a León, después del traslado, el detenido confiesa al mismo agente que va a colaborar y decir dónde está el cuerpo de la peregrina norteamericana. “No lo escucha nadie más, es una confidencia. A raíz de ahí ordeno que nos trasladen a la Comisaría de Astorga, informo a viva voz de las manifestaciones de Miguel Ángel, de que quiere colaborar. La magistrada entendió que era procedente, nos dio su visto bueno para que nos trasladásemos al lugar”.

Miguel Ángel conduce a la Policía al lugar inequívoco del cadáver

Los Policías Nacionales que acompañaron al presunto asesino de Denise hasta el cuerpo de la peregrina son de Madrid, no conocían el lugar, por lo que se dejaron guíar por Miguel Ángel Muñoz, según han declarado en la vista.

Si hubiera querido que se encontrase el cuerpo no lo hubiera dejado ahí, sino en otro lugar más accesible

“Nos conduce al lugar inequívoco”, ha sentenciado uno de los agentes. Según la descripción detallada de los policías, se desplazaron tres o cuatro kilómetros por una comarcal, y tras abandonarla toman un camino de tierra dos kilómetros más. Llegan a un punto en el que paran el coche y continúan a pie, según la misma declaración. La comitiva sigue caminando por medio del campo, toman un camino de tierra, suben una ladera por su lado izquierdo y la bajan por el lado derecho, y se toman con una valla de piedra muy larga. “Saltamos la valla, y a unos 15-20 metros, en una zona más boscosa, se percibía un olor a putrefacción. Él Miguel Ángel Muños- nos dice que estaba por allí. Me adentro en la zona siguiendo el olor, hasta que encuentro un cuerpo humano en avanzado estado de descomposición”, ha asegurado uno de los agentes.

Ni rastro de las manos de Denise

El subinspector del Grupo de Desaparecidos y Homicidios de la Policía Judicial ha declarado que solicitó la colaboración de Miguel Ángel Muñiz, concretamente el 18 de septiembre de 2015, cuando habló con su letrado, para tomar declaración a su cliente en la cárcel. El día 21 el agente mantuvo una declaración en la que Miguel Ángel Muñoz colaboró, y dijo dónde había escondido las manos. Según el policía dio la explicación para localizarlas, muy cerca de su casa. También contó que se las había cortado en el primer enterramiento del cuerpo, muy cercano a su casa, y para acordarse del sitio había puesto “dos piedrecitas pequeñitas”. Con esas indicaciones se buscó el lugar, también en otra zona más amplia pero no se encontraron las manos.

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