Las farmacias de Castilla y León venden más de 92.000 test de antígenos en apenas dos semanas

Test de antígenos a la venta en una farmacia de la Comunidad. / ICAL

Las farmacias de Castilla y León vendieron un total de 92.236 test de antígenos en las dos últimas semanas, desde que esta medida fuera aprobada por el Gobierno central el 20 de julio. Y además, ante una posible rotura del stock por su alto grado de venta, se han anticipado con la adquisición de otras 60.000.

En el reparto semanal, en los primeros siete días se comercializaron algo más de 43.000, frente a 48.676 de la segunda, con lo que la tendencia es al alza.

Siguiendo con el análisis desarrollado por IQVIA, que evaluará la evolución de las ventas desde la liberalización de la dispensación de los test de antígenos en farmacia, y tras una primera semana donde el pico de ventas amenazaba con una posible rotura de stock, las farmacias se han adelantan a las previsiones de ventas y han hecho acopio de stock para afrontar los próximos días, donde los flujos vacacionales auguran una continuidad de la demanda especialmente en puntos de costa y en las islas.

En España, las ventas han alcanzado en estos 15 días las 2,32 millones de unidades en farmacia, la 1,08 millones en la última semana. El stock actual es de 1,3 millones, es decir, tanto como atender la demanda otra semana más en caso de parálisis del mercado.

Las cuatro comunidades con más ventas concentran más de un 65 por ciento del total en todo el territorio nacional: Cataluña, con 684.910 test vendidos y un 30 por ciento del total; Andalucía, con 366.178 (15,7 por ciento), Madrid, con 284.705 (12,2) y Valencia, con 222.161 (9,5). Las ventas totales de Castilla y León suponen el cuatro por ciento nacional. Iqvia argumentó que la aparición de nuevas marcas de test de antígenos triplica las ventas de los mismos en el acumulado del año.

Cuidado

Hay que recordar que estos test tienen un mínimo de especificidad del 97% y sensibilidad del 90%. Sin embargo, es posible obtener falsos negativos, ya que este tipo de pruebas tienen una sensibilidad menor que la de la PCR y ven su eficacia reducida en el caso de que la carga viral sea baja, lo que ocurre durante los primeros días o los finales de la infección.

Por ello, para mayor garantía, se recomienda hacer uso de estos tipos de pruebas durante la primera semana desde la infección o en los cinco primeros días desde la aparición de síntomas, cuando la carga viral es más evidente.

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