El “estupor” de la defensa de Gago porque varios policías hayan coordinado sus declaraciones

J. Casares/EFE. Pool. El juicio por el crimen de la presidenta de la Diputación de León Isabel Carrasco. En la foto declaración del inspector de policía de Burgos.

C.J. Domínguez / M. Cuervo

A preguntas iniciales del fiscal, Emilio Fernández, el segundo inspector de Policía Nacional que intervino en la resolución de la autoría del asesinato de la presidenta de la Diputación, Eloy Valladares, negó totalmente haber pactado nada con las acusadas y detenidas Montserrat Goznález y su hija Triana Martínez en Comisaría. El policía recuerda que a la madre le urgía ofrecer su declaración y que ninguna de ellas mencionaran la presunta agresión sexual por parte de Carrasco como uno más de los motivos de enfrentamiento con ella.

A los agentes les pareció incluso “beneficioso” para la investigación que madre e hija se encontraran en la Comisaría, porque “tienen un grado de amor pasional por su hija”, como demostró lo que hizo. “Tratamos de rebajar la tensión y empatizar”, añadió, pero a preguntas del fiscal también negó este policía que les ofrecieran buscar el arma y tirarla una alcantarilla. “Me parece una barbaridad, en ningún caso” se hizo.

Y por qué ocultaron su presencia en la casa de Raquel Gago. “Tuvimos dificultades para ver el atestado y vimos que no figurábamos en la comparecencia; dudamos si eso desacreditaba el caso, entendimos que decir que no habíamos estado no era de singular importancia”, admitió para explicar este punto confictivo. Ya en el garaje de la joven policía local ahora acusada, “el bolso estaba en la parte trasera del asiento del copiloto, con poco espacio”, que se veía bien “una vez abierta la puerta”. “Paco -otro policía- sacó el bolso, certificó que dentro había un revolver, también por razones de seguridad, es un arma de fuego”, explicó este agente.

Imagen de la sala de la Audiencia Provincial.

Tras regresar a Comisaría, tomaron declaración a madre e hija, y el agente niega haber propuesto a ambas declarar que asumieran que Triana le dijo a Raquel “desazte de esto” sino que lo dijo de motu proprio, como así recogieron en el atestado que ellos elevaron. También negó que dejaran leer a Triana antes de interrogarla a ella.

Nada de la agresión sexual

Beatriz Llamas quiso insistir en que Triana jamás haya hablado de una agresión sexual o intento, por parte de Isabel Carrasco, y sin embargo Montserrat estaba convencida de autoinculparse y hacerse pasar por loca. Fue cuando Montserrat les advirtió que el revolver la tenía una tercera persona y oyeron “Mamá no digas nada, no digas nada” y él valora que “creo que se le escapa decir a Triana que es policía”, porque además “no tuvimos la sospecha” de que el arma fuera de su padre.

Sin embargo, sí le pareció “sorprendente que el arma -que tenía Raquel- apareciera en tan corto espacio de tiempo”, apenas minutos después de saber por boca de Montserrat y Triana que la tenía una tercera persona.

La defensa de Triana y Montserrat, dura

Nuevamente con bastante vehemencia, el defensor de Montserrat, espetó al agente: “Cuando mienten en el juzgado al decir que no van a casa de Raquel, ¿es la primera vez?” “Sí, la primera vez”, admitió, “y ya hemos explicado por qué” se hizo.

También admite que les dejaron leer noticias del asesinato. “Desde que estamos con Montserrat nos pregunta si ha tenido repercusión, le dijimos que sí y le mostramos algunas noticias”, dijo. Respecto al trato general, “nos estuvieron agradecidas, nos dieron dos besos, nos pidieron que estuviéramos al día siguiente”, pero “en ningún caso” fue porque le hubieran dicho que vinieran de parte de nadie amigo de su padre el comisario, “en plan amigos”.

Y “no les asesoramos en ningún sentido”, aunque acabó admitiendo el policía que sí les buscó y enseñó el artículo del Código Penal que podría haber eximido a la hija. A preguntas de un sorprendido defendor, el policía reconoció que le leyó “los artículos que le benefician, no el que les perjudican”, valoró el abogado.

El letrado insistió en “cómo es posible que sólo le hicieran dos preguntas si su testimonio no ha habido un pacto con ellas”. “No, no ha habido ningún pacto, es muy habitual que se haga una sola pregunta”, aseguró.

El letrado de Gago 'alucina' con el testigo

El policía admitió que “durante estos días hemos hablado con los compañeros de León para que no haya contradicción” en las declaraciones, y en concreto él habló con Paco, el compañero de León que fue el primero en coger el bolso del coche de Raquel Gago cuando fueron a su domicilio a certificar la aparición del arma homicida.

Esta coordinación policial para los testimonios fue algo que le llamó poderosamente la atención al defensor de Raquel Gago, quien recordó que “viene usted con una declaración sin contradicciones con los demás policías”. “Hay una opinión conjuta de la policía, se han coordinado”, espetó el abogado al testigo: “Estoy superando el estupor que me supone que preparen ustedes las declaraciones”, al tiempo que éste aseguraba que había preguntado a su compañero únicamente “para no venir aquí y responder a todo que no lo recuerdo”.

“Raquel Gago tuvo tiempo de sobra” para deshacerse del arma, según su valoración. Y por eso “no entendía la participación de Raquel Gago en aquel momento y sigo sin entenderla”, concluyó su declaración.

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