La ermita de Otero recupera su brillo gracias a la solidaridad de los vecinos de Valderas

Ermita de Otero, a tres kilómetros de Valderas. / Foto: Nayra Fernández Luque

Alba Mañanes

A punto del derrumbe. Así se encontraba la ermita de Otero, a apenas tres kilómetros del municipio leonés de Valderas. Tal era su estado de deterioro que, incluso, era imposible celebrar dos romerías muy populares de esta localidad del sur de la provincia de León, las romerías de Santa Cruz y el Pan y el Queso, cuya parte religiosa tiene lugar en el interior del templo.

La ermita, cuya construcción data del siglo XIV, se cree que formó parte de un poblado o bien de una hospedería que estaba relacionada con el Camino de Santiago. Su conservación, no obstante, no recae en ninguna administración, ni civil ni religiosa, porque legalmente no tiene dueño lo que impide que pueda obtener ningún tipo de ayuda pública local, provincial o autonómica. “Al no tener nadie la propiedad, tampoco era posible pedir una subvención para arreglarla”, explica Angelines Arteaga, una de los miembros de la Cofradía La Pastorcica. El abandono total por parte de las administraciones y el paso del tiempo provocó que su deterioro fuera lento, pero implacable, hasta llegar al punto de casi no permitir celebrar en su interior ningún oficio religioso.

Ante la situación de ruina a la que se enfrentaba el templo valderense, esta cofradía, encargada de organizar las fiestas populares relativas a la ermita de Otero, decidió ponerse manos a la obra. Así, en 2014, desde esta asociación, compuesta por entre 20 y 30 vecinos, en su mayoría pastores, se decidió lanzar un S.O.S. a sus vecinos para salvar su patrimonio.

“Estaba en la ruina, si no hacíamos nada se hubieran perdido las romerías tradicionales, la de Santa Cruz y la del Pan y el Queso y queríamos evitarlo”, precisa esta vecina. La bóveda se encontraba en muy mal estado, también las paredes y lo que fue el coro de la ermita, posteriormente convertido en palomar, se encontraba totalmente ruinoso.

La llamada de auxilio surtió efecto. Varios vecinos se organizaron en hacendera y fue de esta forma como comenzaron los trabajos de restauración. Las obras avanzaban, pero lentamente ya que los voluntarios tenían que compaginar estas tareas con sus trabajos y quehaceres diarios. En ese momento, se decidió dar un nuevo impulso a la mejora y adecuación de la ermita de Otero. Para hacer frente al pago de estos trabajos, la cofradía de La Pastorica ya en 2014 pidió apoyo económico al pueblo y la respuesta fue “muy buena”.

Tres años después las obras están ya concluidas. Se ha restaurado el tejado por completo, también una parte de presbiterio que se encontraba totalmente ruinosa. Se ha intervenido en el tejado, la cúpula y también en el coro, donde se había construido un palomar, que ha sido tapiado para evitar nuevos posibles derrumbes. Se ha dado, del mismo modo, un lavado de cara a las paredes, en muy mal estado tras las filtraciones producidas después de años de goteras.

A principios de agosto, concluyeron las obras. Una buena noticia para el patrimonio, pero también para las tradicionales romerías que allí se celebran. No obstante, el presupuesto inicial de la restauración se ha quedado corto y desde la cofradía de La Pastorcica se han visto obligados a hacer un nuevo llamamiento y apelar, otra vez, a la solidaridad de sus vecinos.

El coste que falta por abonar entre mano de obra y materiales asciende a entre 8.000 y 9.000 euros, de un presupuesto total que ha ascendido a unos 19.000 euros, en lo que se refiere a las obras realizadas entre 2014 y este año. Desde la cofradía han querido destacar que Vicente Gómez, constructor del municipio, ha querido colaborar y no cobrar su sueldo en los trabajos realizados en Otero. No obstante, hay que hacer frente al gasto en materiales y al resto de la mano de obra.

Llamamiento en las redes sociales

Para hacer frente a este nuevo gasto, la cofradía ha hecho un llamamiento a través de las redes sociales para evitar que “la Ermita de Otero, por quedar relegada al olvido de las instituciones, dejarla abandonada a su suerte”. Para todos aquellos que quieran colaborar han habilitado un número de cuenta de la entidad Caja Duero: ES82 2096 0030 11 3378175600.

Posteriormente, el día de la romería de Santa Cruz, se harán públicas las cuentas. Si, finalmente el saldo fuera positivo, se dedicaría el dinero restante a barrer y encalar las paredes de la ermita, que aún cuentan con numerosas manchas de barro y tierra consecuencia de las goteras y las obras.

Un último esfuerzo para los vecinos de Valderas, que han tenido que hacer frente ellos mismos a la restauración de su patrimonio, ante el total abandono por parte de las instituciones.

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