El Encuentro celebra la Resurrección y pone el broche de oro a la Semana Santa leonesa

Carlos S. Campillo / ICAL Acto del Encuentro del Domingo de Resurrección en la Semana Santa de León

Elena F. Gordón / Ical

“Tomad con esos guantes blancos el luto de vuestras cabezas y portadlo en memoria de la noche oscura que ya no volverá. ¡Capillo arriba, hermanos, Cristo ha resucitado, Aleluya!”. Las palabras del orador dieron paso a los aplausos, a los abrazos y lágrimas entre papones, al vuelo de las palomas, al repicar de campanas, al Himno a la Alegría que inundó la plaza de la catedral de León en la fría mañana de este Domingo de Resurrección.

Así concluyó la procesión del Encuentro que organiza la Real Hermandad de Jesús Divino Obrero desde 1959 y que tiene como protagonistas a San Juan Evangelista, el Cristo Resucitado y Las Tres Marías. Una cita solemne que da paso a celebración después de que a La Soledad se le sustituya el manto negro de luto por la muerte de su hijo, por el blanco, que simboliza la alegría.

El frío no evitó la numerosa presencia de público que aguardó la llegada de los pasos, las agrupaciones musicales y los numerosos papones que se dieron cita para asistir al acto que precede al broche de oro a la Semana Santa y al que siguió una misa pontifical oficiada por el obispo Julián López que dio paso a la procesión conjunta que despide los días de Pasión ensombrecidos únicamente por la suspensión de algunas procesiones a causa de la lluvia.

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