“Me dijeron que había muerto y que era mejor que no lo viera”

SOS Bebés robados

I.R.

“Fue un parto fenomenal, tuve al niño en mi pecho, pero una hora más tarde llamaron a mi marido y le dijeron que el crío estaba grave y lo habían metido en la incubadora. Vio a un niño, efectivamente en la incubadora, lleno de cables y luego nos dijeron que murió. Pero, ¿quién me garantiza que ese era mi niño?” se pregunta Josefina, una de los miembros de la asociación S.O.S. Bebés Robados en Castilla y León que este sábado se ha concentrado en la capital leonesa.

Josefina dio a luz un 22 de mayo de hace 27 años y todavía no le cuadra que su hijo fuese enterrado el día 26 en el cementerio municipal de León. “La historia del niño que me dieron en el Hospital está vacía, me facilitaron el entierro porque yo era de un pueblo y tenía otra niña pequeña, me dijeron que había una fosa para todos estos niños...”. Su caso se asimila al de muchos otros, así que esta leonesa decidió tirar del hilo para no quedarse con la duda.

Lo mismo hizo Anabel, que está convencida de que su hermano fue robado en la Antigua Maternidad de Leónen 1960. “A mi madre no le dejaron ver el niño y cuando mi padre llegó de Ponferrada no le dejaron entrar, solo les dijeron que estaba muerto yq ue ya se encargaban ellos de todos los trámites del entierro.

A su hermano busca también Eugenio, su hermano gemelo. “Mi madre dio a luz en el 72 en Palencia, le dijeron que mi hermano estaba muy mal porque lo habían tenido que sacar con fórceps y que era mejor así, para no sufrir”, explica. “El legajo de aborto está incompleto, hay diferentes horas de la muerte en el propio informe, muchas contradicciones... tengo esperanza de encontrarle porque siempre he pensado que me falta algo”, comenta.

A otra de las afectadas en León, que prefiere no facilitar su nombre, también le rechinaban contradicciones como que le dijeran que a su madre le habían practicado una cesárea cuando jamás le vio la cicatriz en su cuerpo o que según el certificado de nacimiento el niño naciera siete días después de morir. Nada de esto había alertado a su madre, que tenía “una fe ciega” en las monjas. “Una noche, hace 50 años, le dijeron que el niño había muerto en la Antigua Maternidad, pero no le enseñaron el cuerpo porque le dijeron que era mejor que no lo viese”. Como además tenía otra niña pequeña, su madre aceptó a que se encargasen del entierro. “Seguiremos luchando, pero es complicado porque aunque tenemos pruebas parece que hay presiones para que no se publiquen”, denuncia.

Etiquetas
stats