Desarrollan un sistema de seguridad para prevenir el robo de bicicletas
Seis estudiantes de Ingeniería Informática y de Organización Industrial de la Universidad de Burgos han desarrollado un sistema de seguridad para prevenir el robo de bicicletas. El dispositivo, denominado Alfaprotect, ha resultado ganador del tercer Startup Weekend Burgos celebrado el pasado fin de semana.
Como explica a DiCYT el coordinador del equipo, Javier López, el proyecto surge de una necesidad detectada en el ámbito de la seguridad. “Nos hemos dado cuenta de que en nuestro entorno el uso de la bicicleta está creciendo cada día más y con ello también el número de robos. Para tratar de solucionar esta problemática, como ingenieros teníamos que buscar alguna solución tecnológica que poder aplicar y decidimos que la mejor opción era utilizar un sistema de alarma que sirviese para disuadir a los ladrones”, detalla.
De este modo, han diseñado e implementado una alarma que se acopla en el cuadro de la bicicleta, junto al botellero, aprovechando las medidas estándar que tienen estas piezas en todas las bicicletas. Como señala Javier López, el sistema “dispone de unos sensores que detectan cualquier tipo de movimiento o intromisión en la bicicleta y automáticamente lanza una alarma sonora de una potencia similar a la de un coche”. En el caso de que se trate de un error, la alarma deja de sonar a los 15 segundos y si el sonido prosigue “es que realmente hay alguien moviendo la bicicleta sin permiso y la alarma continúa”.
Asimismo, el usuario puede activar y desactivar la alarma con un pequeño mando a distancia. “El sistema está metido en una carcasa construida con plástico ABS, un plástico que tiene buena calidad, resistencia y que aguanta bien el tema meteorológico”, agrega López. Además del servicio antirrobo, incluye un servicio de identificación a través de un dispositivo RFID, que dota a cada bicicleta de un número de serie único que se emite mediante ondas de radio.
Por otro lado, tras realizar un análisis del mercado de potenciales compradores han observado que “la mayoría de bicicletas que se utilizan habitualmente rondan un precio de 300 euros”, de forma que han optado “por un sistema de bajo coste, 35 euros”. “Consideramos que es un precio asequible para un complemento que puede permitirse un comprador de bicicleta, sobre todo si han tenido una experiencia anterior de robo”, apuntan.
Un fin de semana
El diseño del dispositivo se ha llevado a cabo en un intenso fin de semana. Como recuerda Javier López, el equipo “llegó el viernes con la idea clara de lo que queríamos hacer, sabíamos el perfil de profesionales que buscábamos para colaborar y contamos con una impresora de prototipado rápido para poder sacar un primer modelo. Pudimos construir el prototipo parcialmente y el domingo por la tarde ya teníamos también la página web funcionando, en la que se puede reservar gratuitamente el producto”, señala.
Los emprendedores cuentan con una impresora de prototipado rápido para crear los primeros 50 prototipos y testar su impacto en el mercado. El objetivo es tener preparados estos primeros prototipos en los próximos dos meses y distribuirlos “entre gente influyente, como responsables de foros de Internet especializados, para conseguir que hablen del sistema y tener un feed-back”.
Por otro lado, el equipo piensa ya en el futuro y tiene en mente posibles avances del modelo. “Nos gustaría desarrollar un modelo de características superiores para otro tipo de clientes. Este modelo ampliaría la visión a otro tipo de vehículos, como coches o motocicletas, convirtiéndonos en la marca blanca de los sistemas de seguridad de los vehículos. Actualmente los sistemas GPS que incorporan los coches rondan los 900 euros y nosotros podemos hacerlo por 180 euros. Además incorporaríamos un sistema para comunicarnos a través de Internet con nuestro teléfono móvil y conocer en tiempo real el estado de nuestro vehículo”, avanza.
El equipo que ha desarrollado el sistema Alfaprotect está compuesto por tres estudiantes de cuarto de Ingeniería Informática, Javier López, Victor Rodríguez e Iván Ros; y por tres estudiantes de tercero de Ingeniería de Organización Industrial, Javier Pérez, Ruth Álvarez y Oksana Kravets, todos ellos de la Universidad de Burgos.