Fin del debate: utilizamos el lavavajillas para ahorrar y limpiar mejor

Lavavajillas.

Cena con las amistades en casa. Una docena de platos sucios, un montón de tenedores, cuchillos y cucharas llenos de restos de lasaña, copas, sartenes... Uno de los amigos se ofrece a lavarlo todo a mano, otra le contradice diciendo que ni de broma, que hay que ahorrar y es mejor utilizar el lavavajillas. Y así, al final de la cena, aparece el gran debate de la noche. ¿Mejor a mano o en el lavavajillas? Hasta hace unos años esta discusión no era muy frecuente ya que este electrodoméstico estaba casi considerado como un objeto de lujo. En la actualidad podemos encontrar lavavajillas baratos por internet o en cualquier tienda. Los platos aún están por fregar, debatamos cómo los limpiamos.

A mano o en el lavavajillas: el gran debate

Alguien menciona el medio ambiente. ¿Con qué método se ahorra más agua? Un estudio del Canal de Isabel II señala que el lavavajillas ahorra más de 70 litros en cada uso. Mientras que en el fregado a mano se utilizan de media unos 85 litros de agua, 48 de ellos de agua caliente, el electrodoméstico tan solo consume unos 12 litros en cada lavado.

“Sí, sí, se ahorra más agua, ¿y toda la energía eléctrica que consume?” Las amistades más escépticas aún no están convencidas. Ponemos dos facturas de la luz encima de los platos aún llenos de restos de la lasaña. Una de ellas es de antes de comprar el lavavajillas y otra de después. Los datos son claros: usando el lavavajillas se ahorra 1 kilowatio hora diario. Al utilizar más agua caliente en el lavado a mano, es necesario calentar más agua. El lavavajillas, al necesitar menos agua y reutilizarla, necesita menos electricidad para calentarla.

Con cara de asco, una de las amigas rasca los restos de bechamel en uno de los platos. “Esto no sale en el lavavajillas y si no se frota bien a mano quedan bacterias”. Los estudios y la ciencia desmitifican esta creencia. Para eliminar restos de alimentos y manchas es necesario utilizar agua a temperaturas entre 45 y 70ºC. Sólo en el lavavajillas se pueden alcanzar altas temperaturas que eliminen restos de comida, manchas y bacterias. Además, en el mercado podemos encontrar detergentes especiales que eliminen las bacterias y los hongos que se puedan acumular dentro del electrodoméstico.

¿Cómo lo colocamos todo?

Vale, vale, vale. Todo el mundo convencido, utilizamos el lavavajillas. Y ahora, ¿cuál es la mejor forma de colocar la cubertería, la loza, las ollas...? En la bandeja superior deben colocarse los vasos y los objetos de plástico apilados ligeramente y hacia abajo. De esta forma se ahorrará espacio, nos aseguraremos de que el agua limpie su interior y termine escurriéndose.

En la bandeja inferior se apilarán los platos, procurando que las caras de los mismos apunten hacia dentro. En la parte de abajo también irán los cubiertos en la cesta, con los mangos hacia abajo y procurando separarlos entre sí lo máximo posible. Las ollas y sartenes deben colocarse también en la sección inferior para que reciban el agua más caliente.

Mientras el lavavajillas limpia todo, nos imaginamos las discusiones generadas por la llegada de la lavadora. Igual que hoy nadie la cuestiona, en unos años no entenderemos nuestro día a día sin un electrodoméstico que limpie nuestros platos.

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